El jueves 13 de junio, Prime Video estrenará la cuarta temporada de ‘The Boys’. Lo hará con los tres primeros episodios para continuar a partir de entonces lanzando un nuevo capítulo cada semana hasta completarla el 18 de julio. Para los desconocedores de esta exitosa saga, digamos que es una serie de superhéroes. Otra más, pensará un público que se debate entre el hastío y el cansancio que ha provocado la sobreexplotación del género a manos de Marvel. Nada más lejos de la realidad. ‘The Boys’ es una serie de antihéroes de manual. Es violenta, sangrienta, provocadora, irreverente y muy dada a saltarse la corrección política metiéndose en charcos muy profundos sin miedo a ensuciarse: enfermedades mentales, sexualidad explícita, violencia constante y corrupción empresarial y política, por poner algunos ejemplos.
En sus primeras tres temporadas, descubrimos un mundo en el que la corporación internacional Vaughn gestiona, representa y promociona a un elenco de superhéroes que además de salvar vidas y proteger a la población son estrellas de cine y herramientas de promoción de productos. Los más poderosos son conocidos como Los Siete, con Homelander (una gran parodia de Superman) y Queen Maeve, toda una veterana, a la cabeza. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y todos ellos poseen defectos que oscilan desde la total psicopatía al fetichismo sexual más alarmante y Vaugh pasa más tiempo encubriendo las tropelías y crímenes de Los Siete que trabajando por el bien común.
Víctima de ello es Hughie, cuya novia es asesinada por uno de Los Siete en plena misión «de rescate» y se unirá a Butcher, Frenchie y Mother’s Milk para formar The Boys, una banda que tratará de hacer que Los Siete y otros súpers (así los llaman), paguen por sus crímenes. Sus dudosos -y casi siempre ilegales- métodos para conseguirlo aseguran destrucción, abundantes efectos colaterales y conspiraciones, muchas conspiraciones. Peor el remedio que la enfermedad.
Cuando The Boys descubren que los súpers no nacen con poderes, sino que Vaughn lleva décadas creándolos en sus laboratorios mediante una droga llamada Compuesto V, iniciarán una campaña para hacerlo público. Homelander, que no está muy por la labor de que todo se sepa, lo soluciona derribando un avión lleno de civiles inocentes y fingiendo un ataque terrorista que asegure a Vaughn y los súpers su acceso al Ejército como solución a los súper terroristas.
Sin entrar en demasiados detalles ni spoilers, entre The Boys, Vaugh y Los Siete se establece una constante lucha plagada de muertes, venganzas, traiciones y dobles traiciones. Y palabrotas, muchas palabrotas. ‘The Boys’ es una serie salvajemente honesta. Honesta porque plantea personajes defectuosos y superhéroes aún más dañados que acaban dándose cuenta de su superioridad sobre todos los humanos y se cuestionan abiertamente por qué deben estar a su servicio en lugar de esclavizarlos.
Las consecuencias de este dilema moral no podrían ser más realistas: división social, auge de extremismos e incluso supremacismos, terrorismo y destrucción. Un martes cualquiera en la América actual, vaya.
A partir del 13 de junio podremos ver a Butcher y el resto de The Boys intentado corregir todos los errores que cometieron en el pasado mientras tratan de frenar a un Homelander desatado y con complejo de Dios al frente de Los Siete. Todo ello con alguna sorpresa en forma de nuevos superpoderes, intentos de genocidio y sin que falten la sangre, las vísceras, la ácida crítica social y política y muchas, muchísimas palabras malsonantes. ¡Que comience el espectáculo!
Content Source: www.abc.es