Primero llegó José María, que estaba «jodido, pero contento». Describiéndose como un poco cascarrabias, advirtió que «si hay que mandar a la mierda a alguien, se le manda». En cuanto al plano amoroso, explicó que hace muchos años que no siente las mariposas en el estómago. Nunca le han faltado mujeres, reveló, «hasta que me he hecho viejo y sin perras».
Antes de cenar, José María y Julia empezaron con buen pie brindando por su cita
Sin embargo, con todas las féminas que hay por el mundo le parece «una burrada» afirmar que solo hay una media naranja para cada persona. Es por eso que buscaba en el ‘dating show’ «una jovencita recién jubilada». Eso sí, a sabiendas de que Cupido tenía mucho trabajo que hacer con él.
Carlos Sobera lo emparejó con Julia, una malagueña muy moderna, sin una cana, y sumamente dicharachera, que cayó rendida a sus encantos a primera vista. «¿Pero cómo tan guapo? ¿Esto qué es? Es guapo, majo…», expresó, entusiasmada. Tan encantada estaba que quiso cerciorarse de que fuese a disfrutar del soltero ella sola durante la cena. Además, le encontró un asombroso e inexistente parecido. «Es Robert de Niro en joven».
Las intenciones de Julia con José María
José María y Julia no pudieron comenzar más alegremente su cita. Ella estaba como una niña en la Noche de Reyes. En cambio, él reconoció que la veía un poquito mayor. Pese a ese pequeño defectillo, el soltero siguió buscando puntos en común con su cita e intentando conocerla.
Por eso, antes de decidir nada, le preguntó por sus intenciones en el caso de que se diera una relación. Con una sinceridad aplastante, ella aclaró lo que desea y lo que no. «Quiero un compañero con el que conversar, salir, etc. Pero no busco, porque llevo muchos años que no hago nada, y no me van a desvirgar ahora a la vejez. Eso está cerrado, yo creo que ahí ya no entra nada».
Aunque si inesperada fue la revelación de Julia, más lo fue la respuesta de José María. Y es que el soltero le dio la razón. Es más, manifestó que le había gustado muchísimo «¿Para qué vas a forzar a la máquina? La naturaleza es sabia. Si no hay hambre, ¿para qué quieres pan?».
Habiendo comprobado que se habían entendido y que juntos se lo pasaban en grande, José María y Julia salieron de ‘First Dates‘ con una segunda cita acordada y una invitación a la casa de él.
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