Ana Eugenia, ‘Anae’ (31), es hija de padres separados, una circunstancia que para ella fue traumática. Esa es la razón de que busque todo lo contrario para su futuro y que de cara a diez años se vea siendo ama de casa y teniendo «una bonita familia». Le falta encontrar a la persona con la que formarla, un hombre que le sume, atento, cariñoso… «Lo básico», en resumidas cuentas. Y se creía que en ‘First Dates’ lo encontraría. Pero nada más lejos de la realidad: la cita a ciegas que le preparó el programa de Cuatro hizo aguas por todas partes desde el minuto cero.
De Jesús (34), su cita, solo le gustó que se dedicara a la seguridad privada y que estuviera opositando para policía porque «a mí me flipa un uniforme». Por lo demás, afirmó, no «he sentido el flechazo», ni correspondió a la atracción que él sí verbalizó al verla.
Al cabo de cinco minutos de conversación también para el soltero se desvaneció cualquier opción de que la relación entre ellos prosperara, una decisión que Anae ya tenía prácticamente tomada. No quería nada con Jesús.
Ana Eugenia fríe de puntos negativos a Jesús
El primer punto negativo que le puso fue por no saber baila bachata. El segundo, por fumar. «No aguanto besarle y que me de ese olor, es que me da asco. No le besaría por nada del mundo, vaya», espetó la soltera ante el equipo del programa. Y «todos los puntos negativos del mundo» se los dio por no querer ser padre. A esas alturas Jesús ya se dio cuenta que según la cita iba pasando, iba de mal en peor. «Esto se va hundiendo como el Titanic… El tabaco se puede dejar pero los hijos son de por vida. Noto que cada vez estamos más lejos el uno del otro», admitió.
El problema es que aún les quedaba un buen rato para dar por concluida la velada, y en ese lapso de tiempo el equipo del programa los puso a bailar bachata… El enésimo error de cálculo, porque en vez de unirlos solo sirvió para que Anae comprobara que su pretendiente era «arrítmico». «Jesús no me despierta nada. No me ha hecho ni reír en la cita. Lo he tenido que coger para bailar porque no tenía iniciativa para baila», se explayó.
No se cortó tampoco a la hora de decirle a él que le faltaba sangre. Muy educadamente, Jesús le explicaba que solo se suelta cuando ve que hay química, y que entre ellos no la había sentido. «Es verdad que no noto que haya ese feeling que debería haber».
«Somos un poco distintos, un poco mucho. No pegamos ni con cola», confirmó ella en la decisión final.
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