Un viaje extraordinario. Es lo que propone la miniserie británica ‘The Walk-In’, donde la brillante interpretación del actor Stephen Graham da vida a la compleja travesía, basada en una historia real, de Matthew Collins, un exneonazi que se convirtió en un activista reformado. Este relato, impregnado de una realidad estremecedora, desentraña los sombríos misterios de la extrema derecha europea.
Bajo la hábil pluma de Jeff Pope, aclamado guionista nominado al Óscar por ‘Philomena’, y la actuación magistral de Graham, quien ya había colaborado con Pope en ‘El Crimen de Liverpool’ (2017), emerge la historia de Collins, un hombre que, tras su juventud como miembro destacado de National Action (Acción Nacional), un grupo neonazi británico, se convierte en un activista contra el odio al frente de la organización benéfica Hope Not Hate (Esperanza, no odio).
La narrativa se despliega con Collins, ahora redimido, compartiendo sus experiencias en una conferencia sobre el auge del terrorismo y el extremismo blanco en el Reino Unido ante un grupo de estudiantes. En un giro revelador, los espectadores descubren que él mismo fue parte de la oscura trama de Acción Nacional, el grupo al que alguna vez consideró su hogar y que ahora ha puesto sobre su cabeza la etiqueta de traidor.
El corazón de la trama se sumerge en el año 2017, cuando Collins, con la colaboración de un informante infiltrado, desbarató un plan de asesinato contra la diputada del Partido Laborista Rosie Cooper, un complot liderado por un joven llamado Jack Renshaw, entonces de 23 años, y que amenazaba con desencadenarse apenas unos meses después del brutal asesinato de Jo Cox, otra política, a manos de un extremista vinculado al grupo neonazi Alianza Nacional. ‘The Walk-In’ se convierte así en un viaje tenso y reflexivo, que explora la amenaza latente de la extrema derecha.
Graham, acompañado de un elenco estelar que incluye a Dean-Charles Chapman (‘Juego de Tronos’), Andrew Ellis (‘This is England’) y Leanne Best (‘El joven Wallander’), lidera con maestría una historia muchas veces dura de digerir, que refleja, pero es incapaz de representar en su totalidad porque, como dicen, la realidad siempre supera a la ficción, la cruda vida real de Matthew Collins, marcada por cientos de amenazas de muerte y mudanzas forzadas.
La serie es no sólo un thriller emocionante, sino también una reflexión literaria sobre la redención y el peligro inminente de los movimientos extremistas y la urgencia de explorar su ascenso en Europa, así como un testimonio fascinante de cómo un individuo puede cambiar el curso de la historia al confrontar su propio pasado y enfrentarse valientemente a la amenaza de la radicalización.
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