ad
InicioArteTàpies: un centenario contra el olvido y la desmemoria

Tàpies: un centenario contra el olvido y la desmemoria

- Advertisement - Call Now


La fecha señalada, el día D, llegará el próximo 13 de diciembre, cuando hubiese cumplido cien años, pero, antes de eso, un poco de memoria. Veamos. Julio de 2014. La casa de subastas Christie ‘s saca a subasta ‘Gran ocra amb incisions’, una monumental técnica mixta sobre lienzo de 1961 que, sorpresa, pulveriza todas las previsiones y se convierte en la obra más cara de Antoni Tàpies jamás vendida. ¿Su precio? 1,6 millones de libras, algo más de 2 millones de euros en aquel momento. Seguimos. Enero de 2019. La Galería Mayoral de Barcelona presenta la exposición ‘Tàpies Hoy’ y su comisario, Llucià Homs, lamenta que, siete años después de su muerte, el artista barcelonés, figura capital del arte de posguerra y máximo exponente del informalismo, no ocupa el lugar que le corresponde en la historia del arte. «Tàpies empieza a estar ausente de los discursos de los museos del siglo XXI, lo que quiere decir que hay que releerlo y resituarlo», dice Homs. Próxima parada, marzo de 2023. Se presentan oficialmente los primeros actos del Año Tàpies y el presidente del patronato de la fundación del artista, Ferran Rodés, incide en ese extravío que empieza a hacer mella en el legado del artista catalán. «A Tàpies le está pasando lo que a muchos artistas europeos de la segunda mitad del siglo XX: los estamos olvidando», advierte.Así que, a las puertas del centenario de su nacimiento, la pregunta parece obligada. ¿Cómo llega Antoni Tàpies (1923-2012), la materia hecha arte, «el último gran representante de la vanguardia pictórica y escultórica», en palabras del sabio Arnau Puig, a su cita con la posteridad? En 2012, ocho días después de su muerte, todos los cuadros de Tàpies expuestos en ARCO volaron en cuestión de horas, casi de minutos, pero la última década ha estado marcada por los altibajos, cierto retroceso discursivo y sonadas ausencias en planes académicos y educativos.RETROSPECTIVA ITINERANTE La gran retrospectiva del centenario se inauguró en septiembre en Bruselas y pasará por Madrid y Barcelona durante 2024. En la muestra, se podrán ver piezas como ‘La barbería de los malditos y los elegidos’ (izquierda), de 1950; ‘Autorretrato’ de 1950 (a la derecha) y fotografías del artista creando en su estudio a mediados de los sesenta Ralph Herrmanns / Museo Regional Moderno (MURAM) / Fundació Antoni Tàpies. Así lo resumió el pasado mes de septiembre Christophe Slagmuylder, director del Palacio de Bellas Artes de Bruselas (Bozar), durante la presentación de la gran exposición del centenario, una retrospectiva comisariada por Manolo Borja-Villel que, tras su estrenó en Bélgica, llegará (con adendas y modificaciones) al Museo Reina Sofía de Madrid en febrero y a la Fundación Tàpies de Barcelona en julio de 2024: «Tàpies es un artista europeo por excelencia por su oscilación constante entre el anclaje local y una apertura que trasciende las fronteras, pero hoy no goza del renombre de sospechosos habituales como Pablo Picasso, Joan Miró o Salvador Dalí». O, como apunta el propio Borja-Villel en el catálogo de la exposición, «la explicación de la pintura de Tàpies a través de su aspecto matérico ha acabado por transformarse en una camisa de fuerza». El lema del centenario, ‘Tàpies vive; vive Tàpies’, ya lo dice casi todo. Atemporal y universal«Es cierto que la figura de Tàpies se ha desdibujado, pero su obra envejece cada vez mejor, y eso es lo que hace que un artista sea universal», explica la nueva directora de la Fundación Tàpies, Imma Prieto. «Un artista es atemporal cuando nos interpela, y Tàpies es más vigente ahora que en su época», añade Prieto, recién llegada a una institución que llevaba casi tres años y medio sin dirección, lo que ya da alguna pista de la complejidad de la empresa y de la relación del artista con los tiempos que corren. «Cuando muere Tàpies hay un momento de vacío que es inevitable», asegura Prieto, embarcada como está en dirigir la institución a través de lo que ella denomina la «tercera etapa, la de fundación sin artista». Tanto es así que, además de pilotar parte del centenario, Prieto ya planea un «cambio integral» que permita remontar los discretos, discretísimos, números de 2022, cuando pasaron por la sede de la calle Aragón poco más de 32.000 visitantes. Por comparar, en 2012, año de la muerte de Tàpies, la institución registró un récord de 92.290 visitantes.El cambio más significativo, avanza Prieto, es que a partir de finales de este mismo año la Fundación se convertirá nominalmente en museo para «facilitar la comunicación». «La gente pasa por delante y no sabe lo que es», asegura la nueva directora, para quien lo realmente importante de cara al centenario debería ser «poder pensar el mudo desde Tàpies; entender su legado como una acción ensayística, como pensamiento orgánico y vivo».Noticia Relacionada reportaje Si Chillida y Maeght, una historia de creación y amistad Natividad Pulido Para celebrar el centenario de su nacimiento, el escultor vasco recibe en casa a diez artistas y amigos cuyas carreras fueron impulsadas, al igual que la suya, por el histórico marchante francés«Se suele pensar que Tàpies ha sido muy estudiado y comentado, pero yo creo que falta mucha investigación», desliza Carles Guerra, exdirector de la Fundación Tàpies y actual responsable artístico del Museo del Arte Prohibido. En su opinión, la conmemoración le llega al barcelonés en un momento en el que «figuras de este tipo de modernidad tienen a retroceder en la sombra». Y es que Tàpies, asegura, «se inscribe en un tipo de modernidad que hoy en día ha quedado en entredicho; una modernidad con un visión muy singular y un tipo de comunicación excesivamente subjetivista».En el «mundo de ahora», añade Guerra, se exige que la obra tenga una conexión inmediata con los debates del presente. «Y Tàpies no es que no la tenga, pero has de trabajar y esforzarte para sacar ese tipo de lectura. Exige un esfuerzo añadido por parte del público», reflexiona. De ahí que, pese a ser un artista muy conectado al siglo XX y a sus momentos «más sombríos», algunos museos no sepan muy bien qué hacer con sus piezas ni cómo exponerlas. «Son obras que a las nuevas generaciones de conservadores les cuesta mucho imaginar qué discurso representarán cuando las cuelguen en sus colecciones. En cierto modo, Tàpies se ha hecho más hermético y opaco de lo que ya era», asegura Guerra.El calcetín de Tàpies en la azotea de su Fundación JOB VERMEULENSe entiende así que, más allá de las exposiciones y las acciones concretas, parte del peso del centenario recaiga en el ámbito educativo y académico con la creación, junto a la Universidad Pompeu Fabra, de la Cátedra Antoni Tapies de Arte y Pensamiento; y un Premio Internacional de Investigación para crear una colección de ensayos que devuelvan al barcelonés al debate internacional y permitan «repensar del mundo de Tàpies», en palabras de Prieto. «Es una oportunidad para recuperar una figura que no está tan enraizada como se puede pensar. Hay un trabajo pendiente para volver a hacerlo presente», opina Guerra. La conmemoración añade Prieto, también servirá para poner en marcha un Instituto de Derivas Críticas que abra nuevos caminos y vías de estudio contemporáneas a partir del legado de Tàpies.A nivel comercial, Jordi Mayoral, director de la Galería Mayoral de Barcelona, defiende que Tàpies se mantiene «como artista artista indiscutible en el panorama español», aunque sí que es verdad, añade, que le falta un poco de impulso en el mercado. «No ha caído en el olvido, pero no ha volado –matiza–. Hay artistas que toman impulso porque hay un trabajo que aflora y el ecosistema del sector vibra con eso y se lo cree; hay exposiciones en museos, buenos resultados en subastas, los coleccionistas hablan… Con Tàpies, todos sabemos que a nivel artístico tiene un valor muy claro, pero a nivel de mercado y de que los museos tengan las obras expuestas es un reto».El valor del mercadoPor su parte, Consuelo Duran, directora de la madrileña Durán Arte y Subastas, considera que «a nivel de mercado, Tàpies es uno de los artistas más importantes». «En el mercado secundario, que es el nuestro, Tàpies es uno de los punteros. Es un artista de proyección internacional que funciona muy bien», asegura. Sin ir más lejos, ilustra, el pasado mes de junio se vendió en Francia una obra del catalán por unos 267.000 euros y en abril otra por 90.000. El año pasado, ‘Serp dins un quadrat’, de 1991, llegó a las 315.000 euros, y esta misma semana ha salido a subasta ‘Matière-fauteuil’, de 1961, con un precio estimado de entre 350.000 y 550.000 euros. «Los precios aguantan bien», confirma Mayoral. «A nivel español, están Miró y Picasso y luego ya los dos grandes nombres de la posguerra que son Chillida y Tàpies», ilustra. Si algo falta, añade el galerista, es un gran salto a escala europea e internacional como el que protagonizaron en su día los italianos Lucio Fontana y Alberto Burri, artistas con récords de ventas de 9 y 12 millones de euros, respectivamente. «Existe la oportunidad de que Tàpies vaya a más», defiende Mayoral. Y si no, añade, tampoco pasa nada. «El propio Tàpies decía que no tenía prisa porque se entendiese su obra», zanja el galerista.

Content Source: www.abc.es

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

LATEST POSTS

Alondra Bentley: «Está siendo muy bonito compartir las alegrías...

Alondra Bentley publica su nuevo disco en un momento dulce como compositora. Acaba de ver la luz su primer...

Muere la periodista Nria Gispert Vil a los 66...

Actualizado Domingo, 13 octubre 2024 - 15:25La periodista Núria Gispert Vilà ha muerto este sábado a los 66 años a causa de un...

De las lágrimas del Bernabéu al adiós de Leire...

En octubre de 1995, La Oreja de Van Gogh eran todavía un grupo sin nombre que hacía versiones de...

Avance semanal de ‘La Promesa’ del 30 de septiembre...

Después de muchos parones televisivos para hacer hueco a la actualidad informativa, 'La Promesa' ha vuelto a asentarse en...

ÚLTIMAS NOTICIAS

spot_img
Translate »