El Teatro Jorge Eliécer Gaitán, en Bogotá, acogió este viernes 8 de noviembre el primero de los conciertos de la gira -significativamente titulada ‘ Gracias Tour ‘- con la que Paloma San Basilio se despide de los escenarios. Tras la capital seguirán hasta final de año otras tres ciudades colombinas: Barranquilla, Medellín y Cali, antes de viajar a Chile, donde ofrecerá cinco conciertos más, y Lima. Ya en 2025 la gira se reanudará en España: Granada, Málaga, Jaén, Roquetas de Mar, Huelva, Córdoba, Sevilla y Jerez son por ahora las ciudades confirmadas. Ésta es, en realidad, la segunda vez en que Paloma San Basilio se corta la coleta. «En 2013 hice una gira de despedida en la que decía adiós a los conciertos y a los discos, porque quería empezar a hacer otras cosas. Empecé a pintar y a exponer, escribí dos libros, hice cosas como un espectáculo con ‘ Los chicos del coro ‘, ‘ La décima musa ‘ en el Festival de Mérida, ‘ Sunset Boulevard ‘ en Tenerife… Pero la música seguía dentro de mí, en alguna parte. Y todo eso me permitió metabolizar el hecho de que había que cerrar el ciclo en algún momento. Y ese momento ha llegado. Creo que es el momento justo y que me puedo ir con la cabeza alta, a gusto, sintiendo todavía que el escenario es un lugar mágico. Y que tengo que irme dando gracias al público, por cómo me ha tratado todos estos años. Tengo, más que la necesidad de despedirme o de dejar la música, la necesidad de abrazarles de nuevo».«Todos estos años» de los que habla Paloma San Basilio son en realidad cincuenta. En 2025 se cumplirá medio siglo desde que se publicara su primer disco, ‘ Sombras ‘, y empezara la carrera de una de las artistas más importantes del pop español de las últimas décadas. Y sí, su intención es dejar la música. «Mi idea es que esté de una manera muy incidental; no me veo haciendo conciertos, ni musicales ni grabando discos. A lo mejor, de pronto, hago alguna grabación con mi hija, que hace composiciones preciosas, pero sería otra cosa, por estar juntas». Necesita la cantante « dar el salto a otro lugar », y quiere hacerlo «mirando de frente a la gente, dándoles las gracias y compartiendo con ellos una fiesta; así está planteada esta gira, como una fiesta donde todo el mundo pueda cantar conmigo mis canciones de siempre y otras canciones maravillosas que todos hemos cantado».Emoción¿No tiene miedo de que le pueda la emoción? «Yo lloro casi siempre, sin necesidad de que sea una despedida, así que imagínese ahora. Pero voy a estar muy acompañada, empezando por mi hija, Ivana , que está muy involucrada… Pero insisto, quiero que sea una fiesta, y no cargar demasiado las tintas en la nostalgia y en la despedida. Yo voy a seguir; el año que viene se publica mi próximo libro, voy a hacer teatro – Juan Carlos Rubio está escribiendo para ella un monólogo titulado ‘Dulcinea’-… Llevo mucho tiempo queriendo hacerlo, actuar me gusta casi más que cantar, y como actriz tengo mucho que aprender… Pero tener la osadía de subirme al escenario sin cantar me parece una aventura. Y yo quiero seguir aventurándome hasta donde sea capaz».Ser artista es eso, no conformarse nunca. «Nuestra obligación es transformar la realidad , crear mundos paralelos y tener siempre ese punto de ilusión de cuando eras un niño y te decían que te iban a llevar al parque de atracciones. Yo me lo tomo muy en serio, con mucha responsabilidad, pero no quiero perder la sensación de descubrimiento, de riesgo».En alguna medida, confiesa Paloma San Basilio, su decisión ha tenido que ver con el devenir actual de la música, tan diferente de hace medio siglo. «Cada época genera sus propias necesidades, sus propias ofertas, sus propios espacios. No creo que sea necesario quedarte amarrado a uno concreto, porque además posiblemente sea cada vez más pequeño. Yo he tenido una carrera de cincuenta años, algo que ni me imaginaba cuando empecé. Ha sido una carrera muy bonita y he podido hacer muchas cosas, no solo discos. El mundo del disco está muy bien, pero tiene sus limitaciones. En el escenario el único límite es que el público decida que no va a verte y te expulse».«La actriz que llevo dentro»El monólogo que prepara Juan Carlos Rubio servirá, dice Paloma San Basilio, para descubrirse tal y como es ante el público, y que no vean solo a la cantante. «Cuando empecé mis ‘shows’ eran muy americanos: bailaba, tenía cambios de vestuario… Y la gente le daba más importancia a lo externo que a las canciones y a mi voz, así que decidí cambiarlos y darle su sitio a la voz. Ahora me pasa algo parecido, la voz ha eclipsado mi trabajo de actriz; evidentemente he ido creciendo y creo que ahora es el momento de dejar salir a esa actriz que llevo dentro , a esa persona a la que le encanta utilizar el espacio, las palabras, las emociones».No le gusta a Paloma San Basilio, reconoce, mirar atrás: «Me produce tristeza a veces por las ausencias, por las pérdidas, porque cuando miras atrás, por ejemplo una foto, ves todo lo que había ahí detrás de ella: las luchas, las dificultades, las carencias… Además, cuando te quedas parado en un lugar vas viendo cómo se desmorona, por eso me muevo; antes de que los escombros me invadan». Por eso le gusta el mar . «Es mi cargador. Lo amo, me encanta, me siento muy libre en el agua. Nací en Madrid, pero yo soy un signo de agua. En el mar resucito; cuando he tenido momentos difíciles o he estado triste por algo, me he metido en el mar, incluso llorando, y me he sentido descargada… Su frescura, poder bucear, saltar las olas -que es algo que he hecho hasta hace tres días-, me produce tal placer, me regenera tanto, me hace sentirme tan protegida… Por eso, cuando empecé a pintar lo hice junto al mar».Noticias Relacionadas estandar No ARTE Los Reyes de España entregan las Medallas de Oro al Mérito en las Bellas Artes en Tenerife Laura Bautista estandar No ‘Dúos increíbles’ apuesta por la música española en una edición con varias novedades Clara Mollá Pagán¿Le queda a Paloma San Basilio alguna cuenta que saldar, algo por hacer? «Siempre hay algo más que se puede hacer, cosas que pude haber hecho y no hice. Pero hay que ser un poco generoso con uno mismo y pensar en una situación que superaste, en un momento mágico que viviste o en alguien con quien cantaste… Y dices: no me puedo quejar, tengo que estar muy orgullosa de lo que he hecho. No es narcisismo, es justicia. Realmente, he hecho más de lo que yo pensé que era capaz. Todo lo que me venga ahora será un regalo».AparienciasPaloma San Basilio ha nadado, y nada, en una profesión donde el verbo ‘aparentar’ se conjuga constantemente. Sin embargo, ella no ha creado, asegura, ningún personaje. «No, no podría, eso sería como cortarme las alas. Esta profesión es un espacio de libertad, y si la hipotecas, ¿para qué estás aquí? Si esa libertad significa que has de crear algo paralelo para protegerte o para que los demás vean en ti algo que te gustaría que vieran pero que no tienes, estás desenfocada. Yo creo que no podría, que no sabría, sería como vivir encorsetado. Muchas veces es por miedo o por comodidad; la gente se instala en un espacio cómodo y seguro del que no se quiere mover. Pero lo que no sabe es lo que podría conseguir si saliese de ahí, que es algo maravilloso. Por otra parte, eso no te permite ser permeable, y terminas alimentándote de un círculo vicioso de ti misma. Yo soy igual en cualquier lado y no tengo miedo de ser como soy, con mis limitaciones y mis fallos. Creo, sobre todo, que lo honesto es decirle a la gente como eres de verdad, no engañarles. Hay mucha impostación en esta profesión y cada uno elige lo que quiere hacer, pero a mí no me gusta… No sería capaz».
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