Rosalía hizo bandera de su admiración por Björk desde el inicio de su carrera. La réplica tardó bastante más en producirse y se materializó públicamente el pasado marzo, cuando la islandesa aseguró que la catalana «ha activado el apetito por la música en español». Lo que no sabíamos es que ya estaban grabando -o estaba a punto de hacerlo- ‘Oral’, una colaboración hinchadísima de hype cuyos beneficios irán destinados a sufragar los costes legales de las protestas contra las piscifactorías en Islandia, que denuncian «a los empresarios que le están cambiando el ADN al salmón salvaje islandés, unos tipos salvajes que quieren ganar dinero rápidamente y sacrificar la naturaleza», según la autora de ‘It’s oh so quiet’.
Tal como ha explicado al medio islandés Visir, no se trata de una canción compuesta ad hoc para este dueto, sino que la escribió hace más de veinte años pero no encajaba en ninguno de los álbumes en los que estaba trabajando en ese momento, ‘Homogenic’ y Vespertine’. «Era una canción aleatoria y no sabía qué hacer con ella», confesó Björk, que asegura sentirse «como si tuviese treinta años» cuando canta esta canción, «y ella (Rosalía) los tiene ahora».
El nombre de la canción, ‘Oral’, está inspirado en un escándalo que ocurrió en Estados Unidos con una persona rica que fue cazado con una prostituta, pero también en «el deseo de besar a alguien», explicaba Björk. «Trata de cuando conoces a alguien y no sabes si es amistad o algo más. Te emocionas, creo. Te vuelves muy consciente de tus labios, no sabes cuáles serán las consecuencias si tú das el primer paso».
La canción, que en principio iba a ser publicada a finales de octubre, se retrasó hasta el 9 de noviembre para decepción de los fans de ambas artistas, que pasaron toda una noche esperando a que el fenómeno ‘Björksalía‘ apareciera en las plataformas de streaming. Pero la nueva fecha tampoco se cumplió, aplazándose hasta este 21 de noviembre en medio de una auténtica polémica en redes: ¿por qué demonios se posponía tanto? Al final, el resultado ha hecho que la espera merezca la pena. El single, según explica la islandesa,, está construido con estilo dancehall, precursor del ritmo de moda, el reguetón. Aunque con una fuerte pátina experimental y vanguardista, como era esperar, y con algún verso cantado en español por Rosalía. El videoclip muestra a las dos artistas zurrándose en pleno combate de artes marciales al más puro estilo videojuego.
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«El último álbum de Rosalía se inspiró en el reguetón, así que pensé en ella. La conozco desde hace algunos años y decidí enviarle un mensaje para preguntarle si estaría dispuesta a acompañarme. Sencillamente respondió: ‘¡Sí, estoy contigo!’. Queríamos publicar esto por el bien del medio ambiente. Tiene un ritmo muy primitivo, ligeramente inspirado en el dancehall de Jamaica. Pero no tenía sentido publicarla tal y como estaba, tenía que conversar con el presente. Me parece genial que Rosalía cante y comente lo que yo canto, así se crea una puente con el presente. La forma de reactivar la canción para una plataforma medioambiental en 2023 era conseguir un invitado que representara el momento musical».
Según la propia Björk, ‘Oral’ es una canción que no la muestra en su «momento más experimental», y aunque no se considera «una música pop», esto es lo más cercano que «jamás» conseguirá. «Por eso quería donarlo a una buena causa», asegura.
En un amplio post publicado en sus redes sociales, Björk se extendió más acerca de su lucha contra las piscifactorías: «Islandia posee la naturaleza virgen más grande de Europa. De hecho, incluso hoy, las ovejas continúan libres en los pastos durante el verano y los peces nadan libremente en nuestros lagos y fiordos. Sin embargo, cuando los empresarios islandeses y noruegos empezaron a comprar piscifactorías en la mayoría de nuestros fiordos, fue un ‘shock’ para todos. De hecho, no entendemos que se les haya permitido hacer esto durante una década sin que ninguna ley lo haya regulado. Además, esto ha tenido un efecto devastador en la fauna local y los peces viven en condiciones horribles».
El origen de estas protestas está en 2018, cuando las autoridades islandesas anunciaron la apertura de un centro de acuicultura en el fiordo Seyðisfjörður, al este de la isla, para unirse a los nueve fiordos que ya cuentan con piscifactorías. Según denuncian los manifestantes de esa región, que cuenta con el respaldo de varios informes científicos, este proyecto pone en peligro al salmón salvaje y dañará la naturaleza del fiordo, además de afectar a su imagen turística.
Björk ha explicado que Rosalía le ha contado que hay problemas parecidos en Argentina y Chile, y que pretende internacionalizar un movimiento al que se unió de hacerse tres preguntas: «¿Podemos detenerlo? ¿Podemos cambiarlo? ¿Podemos salvar el salmón salvaje de Islandia? La respuesta a estas tres preguntas es sí, podemos».
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