Según medios de comunicación italianos, ha muerto el pianista Maurizio Pollini a los 82 años. Nacido en Milán en 1942, desde muy joven demostró una singular madurez interpretativa que le llevó a ganar el Concurso Chopin de Varsovia en 1960 con solo 18 años.El pianista italiano gozaba de unos medios técnicos sobresalientes y dejó grandes lecturas de autores como Chopin, Beethoven, Schubert, Schumann, mostrando una especial afinidad con la música del siglo XX, sobre todo, con Stravinsky, Bartók, Boulez y Nono. De ello dejó constancia en su amplia e imprescindible discografía.La capilla ardiente se instalará en el Teatro alla Scala, con el que Pollini tenía una muy estrecha relación, tal como ocurrió en el caso de la bailarina Carla Fracci. El pianista tenía previstos conciertos para el 3, 19 y 25 de abril en Madrid, Zaragoza y Barcelona, respectivamente, pero los suspendió para «guardar reposo absoluto» y recuperarse de una afección respiratoria. Segú comunicaron fuentes del intérprete, no tenía pensado regresar a la actividad hasta finales de junio por prescripción médica.Desde hace algunos años, Maurizio Pollini fue distanciando poco a poco sus actuaciones, aunque se mantuvo fiel a algunos lugares de referencia como Salzburgo y Lucerna, donde en 2019 interpretó a Schoenberg, Nono y Beethoven. Por eso, su vuelta aquel año al madrileño ciclo de grandes de Scherzo fue todo un acontecimiento.Seis décadas de carreraMaurizio Pollini, la más grande leyenda viva del piano, fue durante seis década el paradigma del músico brillante y apasionado al tiempo que elegante y fiel. El pianista dejó una marca imborrable en el panorama musical, ganándose el respeto y la admiración de colegas, críticos y aficionados por igual.Nacido en Milán en 1942, Pollini demostró desde temprana edad un prodigioso talento para el piano. Fue discípulo de Carlo Lonati y, más tarde, de Arturo Benedetti Michelangeli, cuya influencia dejó una profunda huella en su estilo interpretativo. Su debut fuera de Italia se produjo a la temprana edad de 18 años, cuando ganó el Concurso Internacional de Piano Frédéric Chopin en Varsovia en 1960. Aquel galardón lo catapultó a la fama mundial.La técnica magistral de Pollini, que combina su profundo conocimiento musical y su sensibilidad, lo consolidaron como uno de los pianistas más destacados de su generación. Una de sus características más destacadas es que su repertorio abarcó desde los clásicos hasta la música contemporánea, así como su habilidad para transmitir emociones. Cada una de sus interpretaciones, decían muchos críticos, era un acto de maestría, una exploración apasionada de la esencia de la música.Audiencias de todo el mundoA lo largo de su carrera, Pollini cautivó a audiencias de todo el mundo con conciertos profundamente emotivos y su compromiso inquebrantable con la excelencia artística. Sus conciertos se convirtieron en eventos imperdibles y sus grabaciones se erigieron como referencias obligadas para generaciones de estudiantes de música . Además de su brillante carrera como intérprete, Pollini también destacó como un maestro comprometido, transmitiendo su vasto conocimiento y su pasión por la música a las generaciones futuras de pianistas. Su dedicación a la enseñanza y su generosidad con los jóvenes talentos dejaron una huella perdurable en el mundo de la música clásica.La muerte de Maurizio Pollini deja un vacío inmenso en el mundo de la música.
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