Día triste para la música cubana. A la noticia del retiro de la gran Omara Portuondo, se suma la de la muerte de la igualmente icónica cantautora Marta Valdés, a los noventa años en La Habana.
Nacida en la capital de Cuba en 1934, Valdés empezó a estudiar guitarra a los once años, para después ingresar en la facultad de Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana. Su carrera profesional en la música arrancó hace casi setenta años, en 1955, con el bolero ‘Palabras’. «Mi primer contacto físico con la música, siendo tan pequeña que no alcanzaba a tocar el pasamanos en la baranda de hierro del balcón, aunque extendiera los brazos hacia arriba lo más alto posible, no fue por el oído, sino que se sentía una punzada en el medio del pecho que se iba desplazando hacia la izquierda», describió ella misma en su disco-libro junto a Chano Domínguez, ‘Tú no sospechas’.
Estudió teoría y solfeo con varios profesores cubanos y se incorporó en 1963, a los cursos del Seminario de Música Popular dirigido por el pianista y musicólogo Odilio Urfé. Fue discípula de Leopoldina Núñez y Francisqueta Villalta, y continuó estudios bajo la guía de Vicente González Rubiera (Guyún) y Harold Gramatges, entre otras figuras.
Fue un referente de la segunda generación del filin, puente entre los maestros fundadores del género y los cantautores del Movimiento de la Nueva Trova; compuso boleros, sones, criollas, habaneras y música para teatro y televisión, y fue asesora musical del Grupo Teatro Estudio. En 1967 participó en el Encuentro de la Canción Protesta, auspiciado por la Casa de las Américas.
Fue fundadora de la columna Palabras en la publicación digital Cubadebate, donde publicó crónicas y críticas musicales, y también es autora de varios libros como ‘Donde vive la música’, ‘Palabras’ y ‘La cuerda al aire’.
‘No es preciso’, ‘Canción simple’, ‘Palabras, ‘Deja que siga sola’ o ‘Tú no sospechas’ son algunas de sus composiciones más famosas, algunas de ellas popularizadas por intérpretes como Vicentico Valdés, Elena Burke, Bola de Nieve, Cheo Feliciano, Fernando Álvarez, Martirio, Omara Portuondo, Doris de la Torre, Reneé Barrios, Miriam Ramos y Pablo Milanés. Elena Burke y Miriam Ramos le dedicaría cada una un álbum: ‘Elena Burke canta a Marta Valdés’, con acompañamiento al piano de Frank Emilio y Enriqueta Almanza; y ‘Canción desde otro mundo’, respectivamente. Gema Corredera y Haydée Milanés, dos de sus mejores discípulas, también le han dedicado discos recientes.
La propia Corredera se ha despedido así de Valdés en su perfil de Facebook: «No tengo las palabras adecuadas en este momento tan doloroso. Vuela alto mi Valdelina. Mientras yo camine por este planeta tu nombre y tu obra estarán vivas. Aunque sé que estás mejor donde estás, tengo celos de Dios que te tiene en su regazo. Seguiremos cantando juntas y riéndonos y filosofando cuando nos volvamos a encontrar. Te amo por siempre».
Tras conocer la noticia, su compatriota José María Vitier ha escrito en su honor: «En el día de hoy ha fallecido nuestra Marta Valdés. Extraordinaria autora musical y lúcida defensora de nuestra cultura. Los que tuvimos el privilegio de su amistad jamás olvidaremos el tesoro de sus canciones, su honestidad intelectual y su altura como ser humano. Gloria para su obra y paz para su alma. Y que la Virgen la acompañe en su vuelo final».
Era socia de la SGAE, entidad que la ha despedido con este mensaje: «Esta mañana nuestro corazón está más cerca de #Cuba por la pérdida de nuestra querida socia #MartaValdés. Habanera rellolla y compositora ilustrísima (también para teatro) ha podido ver como varias generaciones de intérpretes han mantenido activa su obra. Durante muchos años fue la asesora musical del grupo Teatro Estudio. En diciembre pasado se le hizo entrega de la Llave Casa de los Autores, simbólico galardón con el que la entidad pone de manifiesto la trayectoria profesional de las socias y socios que cumplen 50 años en SGAE. Descanse en paz».
Recientemente, artistas españoles contemporáneos como las catalanas Silvia Pérez Cruz y Mayte Martín, el pianista gaditano Chano Domínguez o Raúl Rodríguez incluyeron temas compuestos por la maestra del filin en sus repertorios.
En 2007 recibió el Premio Nacional de Música de Cuba, y cuenta con otros galardones como los Pablo, del Centro Pablo de la Torriente Brau, Cubadisco y Maestro de Juventudes, de la Asociación Hermanos Saíz. Miembro fundadora de la UNEAC, recibió las distinciones por la Cultura Nacional y Félix Elmuza, la Medalla Raúl Gómez García y las órdenes Alejo Carpentier y Félix Varela de Primer Grado. También le fue otorgada la Réplica del Machete de Máximo Gómez, del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
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