Si hay algo que nos guste a todos como espectadores es la historia de un supuesto perdedor que acaba triunfando contra todo pronóstico, ¿verdad? La historia está llena de Rockys. ¿Quién no se ha sentido reflejado en algún personaje con todo en su contra? ‘The Bear’ siempre ha sido la historia de un perdedor. En su primera temporada vimos a Carmy heredando un problemón en forma de restaurante y tanto su plantilla como él mismo estaban abocados al fracaso por falta de miras.La segunda temporada es justo una oda a lo contrario. Carmy tiene una visión , sus empleados tienen un propósito, todo tiene sentido. Todo encaja, aparentemente. El éxito está asegurado. Sin embargo ‘The Bear’ nos transporta a un mundo en el que el éxito es agridulce y el fracaso una oportunidad de redención. Noticia Relacionada estandar No Jeremy Allen White, protagonista de ‘The Bear’: «Es absurdo el estrés que hay en los restaurantes» María Estévez El intérprete habla con ABC sobre la nueva temporada de ‘The Bear’ (Disney) y explica las similitudes entre el cine y la cocinaSinceramente, ‘The Bear’ en lugar de ser la historia de un restaurante en Chicago, podría ser la historia de un administrativo en Murcia o un funcionario de prisiones en Aranjuez. La trama es irrelevante porque el guión, los diálogos y las interpretaciones bajan al barro. Al barro en el que las discusiones son reales, en el que los personajes dicen lo que piensan y no lo que esperamos que digan. ‘The Bear’ es honesta y se agradece. No hay una producción excesiva, no hay efectos especiales. ‘The Bear’ es una historia de personas. Personas reales. Con sus virtudes, sus problemas, su propia vida. El gran mérito de ‘The Bear’ es que, independientemente del personaje en el que se centre la historia, queremos saber más de lo que vemos en pantalla. El nivel de humanidad y cercanía que consigue esta historia está al alcance de muy pocos.El conflicto es lo de menos en todo momento. Acompañar a cada personaje en su viaje de crecimiento, cataclismo o inmovilismo es todo un placer. Es muy complicado crear arcos dramáticos para personajes , ya no secundarios sino terciarios, pero ‘The Bear’ no sólo lo consigue, sino que lo convierte en su mayor fortaleza. ‘The Bear’ es una de esas series tristes que le reconcilian a uno con la vida. Sueños, ambiciones, traumas, amistades. Algunas producciones apuntan alto y no consiguen nada. En la segunda temporada de ‘The Bear’, siempre que uno sea receptivo, aprenderemos lecciones tan esenciales como que todos estamos solos en el mundo y sin embargo estamos rodeados de familia, haya o no lazos de sangre o que da igual quién tengamos a nuestro lado porque también ellos tienen su propia lucha de la que no sabemos nada.Quizá no hemos hablado sobre la trama, los detalles técnicos o los mensajes promocionales de la productora sobre la serie, pero es muy complicado centrarse en mensajes prefabricados cuando uno quiere abrazar a Tina, tomarse unas cervezas con el desastre humano que es Richie o espabilar a Carmy a base de collejas. ‘The Bear’ es humana, pequeña, cercana. Pero por desgracia todo lo que recordaremos de ella es que Jeremy Allen White, fue pareja de Rosalía.
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