Antes de enfrentarse al primer reto, una prueba en la tuvieron que crear un plato libre elaborado con ingredientes de color negro, a Ramón se le escapó un comentario durante la presentación de la misma que despertó la curiosidad de Samantha. «No os hacéis una idea de las chaladuras que hablamos, lo bien que nos lo pasamos y los conflictos, que a mí me hacen mucha gracia», soltó el malagueño.
La jueza no dejó escapar la ocasión de que profundizara en los motivos de las peleas. «Anoche, por una tontería, los decibelios subieron», afirmó Ramón quien intentó quitar importancia al asunto.
Sin embargo, Gonzalo estaba todavía calentito. «La pobre Choco, que lleva afónica tres días. Ella, que es de mucho hablar, lleva tres días contenida y debe ser que yo llevo tres días inflándole las narices y cuando ha abierto la boca ayer, fue fuertecito. Tuvimos una clase donde participé un pelín más y no le gustó que participase un poco más. Prácticamente, sin ninguna causa, saltó Choco de una manera feísima y que no venía a cuento», explicó el empresario.
Por alusiones, la dominicana se animó también a aportar su versión. «Tuvimos una clasecita de emplatado. Yo todo el rato me callé, pero llegó un punto en el que dije ‘Oye, me vas a enseñar tú o me enseña un señor que es un experto’. Todos somos unos mindundis. Nadie sabe más que nadie. Si tú no sabes emplatar, ni yo tampoco, cariño, márcate un Choco y nos cosemos la boquita».
Samya vuelve a la carga en la prueba por equipos
La cosa quedó ahí, no obstante, no fue el único conflicto de la noche. En el siguiente reto, los chefs amateurs se desplazaron hasta la localidad natal de un famoso que participó en la octava temporada de’MasterChef Celebrity’.Jesulín de Ubrique los recibió en su tierra, ejerciendo de anfitrión de la prueba de exteriores y de chef del menú que debieron replicar.
Eso sí, la tensión se dejó ver antes siquiera de arrancar el cocinado de la prueba por equipos. Si la semana anterior se peleó con Ángela, esta vez Samya sacó de quicio a María. Que no se tragan se palpaba, pero por si quedaban dudas la diseñadora de joyas se encargó de dejarlo claro.
Aunque en un primer momento la empresaria no quiso entrar en las provocaciones de su compañera, cuando la acusó de falsedad, estalló. «Falsa es ella que es una pija de mercadillo», acusó la madrileña. «La miramos luego en los armarios», reaccionó la aludida empleando un tono sarcástico.
«No se ha ganado mis respetos, no la veo con ganas de cocinar ni con cocimiento ninguno. Soy una persona super tranquila, pero no me molestes, porque si lo haces, te voy a contestar», se justificó María, zanjando la disputa por ese momento.
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