«Lo peor de estos cincuenta años de carrera han sido las entrevistas», exclama entre carcajadas Julio González Gabarre, uno de los dos supervivientes de la formación original de Los Chichos que rajó las costuras de la escena musical española en 1973 hablando de lo que pasaba en la calle como ningún otro artista quiso, o pudo. «Después de diez horas respondiendo preguntas uno ya no sabe ni qué decir», dice el cantante, algo abrumado por la atención mediática que ha recibido el anuncio de su despedida de los escenarios con la gira ‘Hasta aquí hemos llegado’ después de medio siglo de trayectoria. Normal, tratándose de una de las mayores leyendas de la cultura patria, pero no tan normal siendo esta la tercera vez que dicen que lo dejan…«Esta vez sí que sí, porque estamos muy mayores, los años no pasan en balde y los cuerpos no dan para más», añade su hermano Emilio, que desvía balones hacia los fans cuando se les pregunta por qué deberíamos creerles en esta ocasión: «Si es que han sido ellos los que no nos han dejado irnos, llevamos cuatro o cinco años queriendo retirarnos pero no paraban de decirnos en las redes sociales que querían más, y más, y más». El joven del trío, Emilio hijo, que sustituyó a Jeros en el micrófono de en medio tras su desafortunada muerte en 1995, asiente mientras escucha a su tío y asegura que cada concierto de despedida «va a ser un mundo para nosotros y para nuestra gente», y que los «momentos lacrimógenos» estarán asegurados. «¡Que estamos hablando de la última vez con Los Chichos!», espeta su padre como quien cree que no se le está tomando del todo en serio. «¡Qué cascarrabias estás! Está muy mayor y todo le sienta mal», bromea Julio volviendo a desatar las risas en la sala de ‘promo’.Noticia Relacionada estandar No Los Chichos se retiran por tercera vez «para siempre» Nacho Serrano El grupo ha anunciado una última gira antes de abandonar la música después de 50 años de carreraSu buen humor, y su obra, son más grandes que la vida. Eso lo sabe todo el mundo. Pero ni con las credenciales más genuinas del panorama musical español han conseguido los premios que les correspondían por derecho, ni probablemente la atención de la industria que merecían. ¿Cómo es posible que lleven tres lustros sin sacar disco, desde aquel, ejem, ‘Hasta aquí hemos llegado’ que publicaron en 2008 para celebrar sus treinta y cinco años sobre las tablas? «Yo tengo muchas canciones inéditas guardadas», asegura Julio. «Y si saco alguna de ellas ahora, montaría un buen follón. Tengo una que dice: «Le dijo el delincuente al juez, sin importarle las consecuencias, ‘Señorías de guante blanco son. ¿Por qué se prestó a cambiar de repente su profesión, y pasó de ser juez a un vulgar delincuente?’».Tampoco verá la luz, parece ser, el álbum de despedida que habían anunciado en una entrevista con ABC hace un año , cuando declararon que iban a grabarlo con nuevos fenómenos del pop cañí como Omar Montes, Moncho Chavea o C. Tangana. «Al final nada», sentencia Emilio hijo. «Es que ha habido cosas de las compañías que no dependen de nosotros», añade Julio. «Yo a estas alturas, si colaboro con alguien es con Rosalía. Cariño, fenómena, canta con nosotros», añade Emilio padre, que por el contrario no tiene demasiado interés en aliarse con reguetoneros. «Son perros cantando, y no se pueden aguantar esas cosas que dicen de ‘te la meto, te la saco’, todo obscenidades», brama cuando le preguntamos en qué se diferencian los hits autotuneados de hoy con los clásicos de los ochenta. «Pero Rosalía no es así», apunta Julio. «Fíjate que en un programa de televisión hubo un publicista tonto con gafas que le dijo que no valía, igual que a Manuel Carrasco o Pablo López. Que ese tío te diga que no vales es garantía de que vas a triunfar».MÁS INFORMACIÓN Los Chichos se reivindican con una gira de despedida: «Somos canción protesta»Los Chichos, que tanto y tan bien han cantado a los síndromes de abstinencia, reconocen que es bastante probable que a pesar de estar cansados de tanto viaje sientan «el mono» de escenario desde el día siguiente a que acabe la gira de despedida, que pasará entre los meses de marzo y septiembre de 2024 por Bilbao, Madrid, Zaragoza, Mérida, Fuengirola, Valencia, Chiclana de la Frontera, La Línea de la Concepción, Mairena del Aljarafe, Murcia y Granada. «Es nuestra vida, lo que nos ha dado de comer y la verdad es que no nos hemos parado a pensar qué vamos a hacer después», dice Julio. «Algo habrá que hacer, porque no nos vemos llevando a los nietos al parque o parándonos en las obras de construcción a ver cómo trabajan los obreros».
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