A primeras horas de la mañana, cuatro personas escalaban una de las dos torres de ascensores de cristal en la fachada del Reina Sofía . Minutos después, desplegaban una lona de 60 metros cuadrados. En la plaza Juan Goytisolo, efectivos del 112, bomberos, Policía Municipal y Nacional y decenas de curiosos haciendo fotos con sus móviles. No se trata de una performance del museo, ni un anuncio publicitario o la promoción de una película. Es una acción de Greenpeace como protesta por la guerra en Gaza . Obra del artista norteamericano Obey (su verdadero nombre es Shepard Fairey), intervino una fotografía del reportero palestino Belal Khaleb . En ella aparece el rostro ensangrentado de un niño palestino llorando tras un bombardeo, y el símbolo de volumen silenciado. Debajo, un mensaje: ‘Can You Hear Us?’ ( ¿Nos estáis oyendo? ). Minutos después, dos de los activistas colgaban un cartel: ‘Ceasefire Now’ ( Alto el fuego ya ). Dos personas subieron en una grúa hasta donde colgaban los activistas para hablar con ellos y tratar de convencerlos para que bajaran, pero estos se mantuvieron un tiempo más. Sagrario Monedero, directora de campañas de Greenpeace, confirmaba a ABC el objetivo que se persigue con esta acción: «Hoy estamos aquí delante del Museo Reina Sofía para pedir un alto el fuego incondicional y permanente en Gaza. La acción forma parte de una iniciativa artística, ‘Unmute Gaza’ , en la que artistas de todo el mundo adaptan fotografías tomadas por periodistas palestinos que siguen informando bajo las bombas desde Gaza. Hemos elegido el Reina Sofía porque es un museo mundialmente famoso por albergar una de las obras más icónicas contra el horror de las guerras: el ‘Guernica’ . Nuestra intención es donar la obra al museo ». Noticias Relacionadas estandar No Miembros de Greenpeace escalan el Museo Reina Sofía para denunciar los ataques de Israel en Gaza ABC estandar No Atacan a martillazos ‘La Venus del espejo’ de Velázquez en la National Gallery de Londres Ivannia SalazarLos activistas han descubierto un filón en los museos, pues sus acciones de protesta (políticas, climáticas…) tienen mucha mayor audiencia que en otros escenarios. Hasta ahora, los vándalos se habían centrado en las salas de pinacotecas de medio mundo, pegándose a los marcos de obras maestras (en el Prado lo hicieron a los de las ‘Majas’ de Goya ), arrojando líquidos sobre sus cristales protectores, pintando en las paredes… La violencia fue en aumento hasta que dos de ellos la emprendieron a martillazos contra la ‘Venus del espejo’, de Velázquez , en la National Gallery de Londres. Los activistas colonizan los museos, mientras el ministro de Cultura, Ernest Urtasun , los quiere descolonizar. Un sindiós.Dos policías, ante la fachada del Reina Sofía, donde hoy se han colgado cuatro activistas de Greenpeace ReutersManuel Segade, director del Reina Sofía, se halla en Oslo para dar una conferencia en el Museo Munch . Relataba a ABC vía telefónica lo sucedido, mientras los activistas y la lona seguían en la fachada del museo: «Me llamó la adjunta de Gerencia. Esta mañana teníamos una auditoría de fondos europeos en el museo. Y también la cúpula gerencial estaba fuera. Me he comunicado con seguridad y con el departamento de prensa». ¿Cómo valora lo sucedido? «Nosotros tenemos cada día abierta al público una pieza fundamental en todas las declaraciones del ‘no a la guerra’ a nivel mundial. El ‘Guernica’ , durante estos meses de la guerra en Gaza, ha sido una imagen que se ha paseado en manifestaciones, que se ha utilizado para hacer carteles… En fin, tenemos el ‘Guernica’ todos los días ahí, actualizado, hablando de los bombardeos sobre la población civil. E incluso hay una pieza de la colección del Reina Sofía (ocupa dos salas en la tercera planta) de Amos Gitai , un cineasta israelí, crítico con el régimen de Netanyahu , que nos cuenta el asesinato de Isaac Rabin y el papel que, para este artista, tenía Netanyahu en aquel momento. Creo que el museo ya expresa a través de artistas la complejidad del presente en estos lugares. Para los activistas y para estos colectivos los museos son una arena pública importante para abordar temas políticos. Es interesante como diagnóstico».«Hay otros cauces para acercarse a estas causas y espacios de diálogo mucho más interesantes que la invasión de un lugar público»¿Condena la acción de Greenpeace? «A ver, como institución desde luego. Creo que hay otros cauces para acercarse a estas causas y espacios de diálogo mucho más interesantes que la invasión de un lugar público –advierte el director del Reina Sofía–. Pero también, por otro lado, entiendo perfectamente que lo hagan . En este caso no han provocado daños en la fachada, ni han arrojado pintura que pudiera quedar de forma permanente. Es una acción inocua que genera una imagen potente que les sirve como imagen de activismo. Me parece condenable la forma de trabajar con un espacio público, en este caso una institución, pero son los canales habituales a los que Greenpeace nos tiene habituados».Los activistas hicieron caso omiso a las advertencias de que bajaran los cuatro activistas ABC¿Va a pedir responsabilidades de algún tipo? ¿Va a demandar a Greenpeace? «En principio no, precisamente por esto. No ha habido daños en el museo, ni en su estructura, ni en la torre de ascensores. Estaremos muy pendientes, eso sí, de cuando bajen y retiren la lona, para ver cuál es el estado de las cosas. Estudiaremos el asunto, pero en principio no es algo que requiera una denuncia, porque no ha afectado a ninguna pieza, ni al patrimonio público. No creo que sea necesario llegar a una demanda policial».«Para donar una pieza al museo hay que seguir unos cauces muy concretos»Quieren donar la obra al Reina Sofía . ¿La aceptaría? «Lo primero es que para donar una pieza hay que seguir unos cauces muy concretos: presentarla al museo, ver las características concretas y su valoración económica, pasar por una comisión permanente del Patronato… Había canales para hacer esto, igual que para pedir permiso para hacer una acción, que efectivamente tiene un fondo artístico . Está hecha por Obey, un grafitero que tiene obra en nuestro país y que es un artista, dentro de su campo, bastante reconocido. Había otros cauces para hacer esto, para insertarse en la programación de fondo de un museo público. Hay muchas causas importantes que ocurren en nuestro mundo diario. Imagínese si diéramos margen a todas las que hay. Pero entiendo que para los activistas esto es una urgencia. Y es verdad que es un problema muy grave lo que está ocurriendo en Oriente Medio».
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