María Zamora pasa casi más tiempo en el aire que en tierra. Reconocida ayer con el premio Nacional de Cine por «su apoyo al cine independiente y arriesgado», la primera productora española en ganar el Oso de Oro por ‘Alcarràs’ no estaba en el momento del fallo en Berlín, ni en Cannes ni tampoco al otro lado del charco, aspirando a colar una de sus películas en los Oscar, como ya intentó, sin éxito, con ‘Verano 1993’, la candidata española a lograr una nominación hace siete años. Estaba en Vigo, «recién aterrizada»: «Me pilló la noticia en la lonja de pescado del puerto, literal», reconoce desde el hall de su hotel mientras carga el móvil. El viaje a Galicia no es por ocio. Está en plena búsqueda de localizaciones para la próxima película de Carla Simón, ‘Romería’, que empezará a rodarse en verano en la ciudad olívica. Zamora, entre las fundadoras de Avalon y ahora en Elástica Films, vuelve a ser productora de la directora catalana, premiada el año pasado con el mismo galardón. «Te mentiría si dijera que trabajo para esto, para los premios. Es un honor y un orgullo y estoy muy abrumada, pero nunca piensas esto, es una cosa rara», confiesa desde el otro lado del teléfono. Impulsora de directoras noveles como la propia Simón, Elena Martín (‘Creatura’) o Jaione Camborda (‘O corno’, última Concha de Oro en el festival de San Sebastián), el Ministerio de Cultura también justificó el fallo del galardón, dotado con 30.000 euros, por haber fortalecido «la presencia del cine independiente español en el mercado internacional», destacando su apuesta por las «miradas sensibles y diversas». Al respecto, Zamora defiende que es posible un cine «autoral, intimista o la palabra maldita, pequeño» que llegue al público porque es «universal y por tanto enorme, grandísimo». Y pone de ejemplo, de nuevo, a Carla Simón y su ‘Alcarràs’, que recaudó más de un millón de euros, se vendió en todo el mundo y demostró que lo ‘independiente’ no tiene por qué estar reñido con lo que gusta. «Lo que queremos, en el fondo, es que se vean los proyectos. No queremos que nadie los vea», defiende. Lo que motiva a la productora, sin embargo, es superarse. Su último logro, admite, es haber conseguido hacer películas dirigidas por mujeres con un presupuesto mucho más alto, como «esos que se dan a los hombres». «Sigo sintiendo que cuando son proyectos dirigidos por mujeres, a la hora de financiarlos, de negociarlos, siempre se tiende a la baja», se queja la valenciana, que incide en el valor de lograr, por ejemplo, que la próxima película de Paula Ortiz, ‘Hildegart’, que producirá, haya conseguido un «presupuesto grande y trabajar en condiciones óptimas como las de otros compañeros con una trayectoria» similar a la de la cineasta. «El cine de mujeres está asociado a un cine intimista, pequeño, de drama; no pueden ser géneros, no pueden ser épocas, no pueden ser otras cosas que requieren de otros recursos. Poder dar esa posibilidad a directoras que tienen impulsos de creación que van por esos caminos, para mí es una satisfacción como productora», sostiene. Aún así, a pesar de las mejoras, Zamora, con más de dos décadas de carrera, advierte: «Todo el mundo dice que se ha conseguido la paridad. No se ha conseguido la paridad, pero ni de broma. Ni en directoras, ni en productoras, pero sobre todo en técnicas».
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