Cuando la política se deja caer en ‘El Hormiguero’ el interés está servido y la audiencia lo sabe. Ayer despertaba el programa de celebración. La visita del expresidente del Gobierno Felipe González había reunido a una media de 2.443.000 espectadores frente al televisor dejando un 19,5% de cuota de pantalla, según datos de Dos30 sobre cifras de Kantar. Se trata del programa más visto del año con una diferencia de cuatro puntos de ‘share’ y uno de los más seguidos de la temporada.
El interés de la audiencia por la figura del expresidente del Gobierno y por sus críticas hacia Pedro Sánchez y el rumbo que está tomando el PSOE es evidente. «La carta que envió Sánchez no fue liderazgo, yo no me la creí», reconocía González en el programa. Sus palabras hacia el Gobierno en el programa de Pablo Motos siempre han sido de interés para los espectadores, aunque no es el único.
‘El Hormiguero’ cuenta con un formato amplio, variado, en el que en una misma emisión se puede contestar a ‘las preguntas más absurdas que jamás haría nadie’ de Trancas y Barrancas y a preguntas cómo las que lanzó Motos al presidente del Gobierno en su última visita durante la campaña electoral: «¿No cree que negar sus mentiras puede hacer sentir a algunos que le trata como a un tonto?».
González visitó al presentador en plena campaña de las Europeas y hace justo un mes de la carta de Sánchez que dejó en vilo al país al platearse su renuncia mientras que el exministro socialista Alfonso Guerra acudió a su cita con las hormigas en noviembre, en pleno apogeo político a causa de la amnistía. Su paso por el programa dejó la misma audiencia que el de González (19,5%) y 2.710.000 espectadores. González y Guerra son la tercera y la cuarta emisión más vista en lo que va de temporada. Pero la política va más allá de los representantes de un partido. Vicente Vallés es el mejor ejemplo. Recién investido doctor honoris causa por la Universidad Internacional de Valencia, el presentador de las Noticias de Antena 3 entraba en el plató minutos después de que Sánchez hiciera pública su reflexión a la ciudadanía. El interés por sus palabras reunió a 2.411.000 espectadores y un 18,2% de cuota de pantalla.
Otro de los clásicos que acude a su cita en ‘El Hormiguero’ cada temporada y que esta última dejó una buena cifra es Miguel Ángel Revilla. El actual secretario general del Partido Regionalista de Cantabria también manifestó su parecer ante la posición del Gobierno sobre la amnistía. Aunque todos los políticos han hecho buenas cifras en ‘El Hormiguero’, nadie ha superado al líder del PP, que hizo un 25,9% de cuota, la más alta no solo entre los políticos sino en la historia del programa. La segunda fue Isabel Pantoja y el tercero Santiago Abascal.
Parece que Pablo Motos ha encontrado la forma de poner contra las cuerdas a los invitados con un perfil político para que se mojen y que al mismo tiempo se diviertan. Y eso a la gente le interesa. Y mucho. Los perfiles más políticos de esta temporada son las visitas más sonadas en redes sociales y también en audiencias.
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