La salud de José Luis Gil parece empeorar por momentos y las noticias que nos llegan no son para nada reconfortantes. El actor de Aquí no hay quien viva (Juan Cuesta), que sufrió un ictus hace unos meses, le dejó graves problemas funcionales que podrían ponerle fin a su carrera como intérprete en una de las series más vistas de España, La que se avecina, y donde le recordamos como Enrique Pastor, el presidente de la comunidad de vecinos de Contubernio 49 que tanto nos ha hecho disfrutar.
Pero al ver a José Luis Gil es inevitable pensar en las palabras «¡Váyase, señor Cuesta!» es uno y lo mismo. Sin embargo, a la hora de elegir intérprete para el atribulado presidente de Aquí no hay quien viva, los productores de la serie tuvieron más opciones. Una de ellas, el polifacético Pablo Carbonell, quien, sin embargo, renunció. ¿Por qué?
En aquel momento, el humorista, actor y músico estaba concentrado en Atún y chocolate, la película que supuso su debut como director en 2004. Se trataba de una comedia social cuyo argumento, algo similar al de la Lloviendo piedras de Ken Loach, narraba las tribulaciones de un pescador gaditano (el propio Carbonell) ante el deseo de su hijo de hacer la primera comunión.
«He dicho ‘no’ a ser el señor Cuesta», ha reconocido Pablo Carbonell en un podcast de Aragón Radio. «Me llegó la oferta, leí el capítulo y el guion, pero es que… me podría haber parecido bien o mal, pero es que yo iba a dirigir Atún y chocolate».
Aunque Aquí no hay quien viva le olió a éxito desde el principio, admite Carbonell, la producción del show le hubiera puesto muy difícil seguir trabajando en Zahara de los Atunes, la localidad en la que rodaba su filme. «Estaba en Zahara, iba a rodar en Zahara, no me tenía que ir de Zahara», señala, añadiendo que el éxito masivo (que ya había degustado gracias a su grupo Los Toreros Muertos y al programa Caiga Quien Caiga) se le hacía cuesta arriba.
Con María Barranco, Pedro Reyes y Antonio Dechent en el reparto, Atún y chocolate le granjeó a su autor el Goya al actor revelación, así como el premio a Mejor actor en el Festival de Málaga. En cuanto a Aquí no hay quien viva, se convirtió en esa institución televisiva que todos conocemos. ¿Hubiera sido diferente su trayectoria si Carbonell se hubiera enfrentado a los «¡Hombre ya!» de Loles León?
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Content Source: www.20minutos.es