Puede que, al inicio de una serie en Netflix, hayan visto el mítico logo de HBO (Home Box Office). No es una alucinación tras tantas horas pegado a la pantalla, ni tampoco un error. Porque desde hace unos meses, Netflix (plataforma) está incorporando a su catálogo series producidas y emitidas antaño por HBO (canal de televisión por cable ‘premium’), como el díptico bélico de Steven Spielberg (las miniseries ‘Hermanos de sangre’ y ‘The Pacific’) y las comedias de media hora ‘Insecure’, creada y protagonizada por Issa Rae, y ‘Ballers’, con Dwayne Johnson como estrella retirada del fútbol americano.
Pero si ha habido una serie a la que últimamente se han enganchado los suscriptores de Netflix España, esa es ‘True Blood (Sangre Fresca)’, la respuesta de HBO hace 15 años al fenómeno –literario y cinematográfico– de ‘Crepúsculo’. No era una serie de calidad, pero sí fue cada verano un fenómeno de audiencias y el puente entre la HBO de ‘Los Soprano’ (1999-2007) y la HBO de ‘Juego de tronos’ (2011-2019).
De aquella ‘True Blood’, adaptación de las novelas de Charlaine Harris sobre vampiros fuera del armario y demás criaturas (licántropos, brujas, hadas, cambiaformas), se encargó Alan Ball, guionista de la película ‘American Beauty’ (1999) y creador de otra serie fundacional de HBO, ‘A dos metros bajo tierra’ (2001-05), que Netflix acaba de añadir a su catálogo español.
Sonando las primeras notas de «Breathe Me» de Sia para recibir a los Fisher. ‘A dos metros bajo tierra’ completa llega el 1 de noviembre. pic.twitter.com/EVmXfgkmuG
— Netflix España (@NetflixES) October 5, 2023
Las 5 temporadas y 63 episodios de ‘A dos metros bajo tierra’ están disponibles en Netflix España desde el Día de Todos los Santos; una fecha muy oportuna teniendo en cuenta su premisa: el día a día de una familia disfuncional que regenta una funeraria en Los Ángeles. Sin embargo, en casa del herrero, cuchillo de palo… Un clásico de la ficción. Cada entrega empieza con una muerte, con un embalsamiento, pero no esperen una tragedia griega, pues esta inclasificable propuesta, contemporánea de otros clásicos de HBO como ‘The Wire’ y ‘Sexo en Nueva York’, se aprovecha de todos los géneros posibles (drama, humor negro, surrealismo) para entretener al personal y reflexionar sobre la vida misma.
El primer episodio de ‘A dos metros bajo tierra’ establece con precisión e incisión la personalidad y la dinámica de todos sus personajes (con Michael C. Hall antes de ‘Dexter’), y también deja muy claro el tono de las tramas. Basta con ver el capítulo ‘piloto’, de una hora de duración, para saber si es del gusto o disgusto del espectador. Cabe avisar de que, a medida que avanzan las temporadas, el visionado no es agradable, pero sí impactante. El enganche no es tanto a las tramas, que también, sino a sus protagonistas. De hecho, el desenlace está siempre en las listas de los mejores finales de series de televisión.
[La futuromanía de ‘A dos metros bajo tierra’]
‘A dos metros bajo tierra’ no será una obra maestra, pero sí única e irrepetible.
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