Aunque el nombre de Aida Domènech puede resultar desconocido para muchas personas, lo cierto es que esta barcelonesa de 34 años es una de las mujeres más conocidas de nuestro país. Bajo el alias de ‘Dulceida’, la joven puede presumir de ser una de las influencers más seguidas de nuestro país gracias a su destacada carrera como creadora de contenido.
La catalana fue una de las primeras invitadas al programa ‘Nada del otro mundo’, con el que Pedro Ruiz regresaba este pasado viernes a TVE. Sobre su trabajo dentro del mundo de las redes sociales habló la empresaria, que no tuvo reparo a la hora de sincerarse sobre sus inicios en el mundo de las redes sociales y también una de las partes más duras de su trabajo: la de aprender a lidiar con la fama y separar la vida personal de la profesional.
Ruiz, un hombre de otra época, mostró su sorpresa al ver la adicción que existe detrás de las redes sociales y los teléfonos móviles, algo que Dulceida no compartió con su interlocutor. Lo que sí reconoció es que muchos jóvenes que actualmente abusan del uso de la tecnología.
El presentador del espacio dio paso entonces a un sketch satírico, grabado junto a Antonia San Juan y Javier Quero, en el que un hombre lloraba en el entierro de su mujer al ver que su última publicación en redes tenía poco impacto. «¿Es exagerado o se queda corto?», le preguntaba el humorista a su invitada al mostrar el clip, a lo que Dulceida no dudó en responder con contundencia. «Nada que ver con la realidad», le contestó, admitiendo que, a pesar de esto, existe un 1% de los usuarios que se comporta así, algo que a ella le «horroriza».
La desagradable situación que vivió Dulceida durante el funeral de su tío
La influencer quiso sincerarse también sobre uno de los momentos más surrealistas que ha vivido desde que saltó a la fama en redes sociales, implicando a una fan que no se portó bien con ella: «Me pasó una cosa muy fuerte en un tanatorio cuando estaba despidiendo a mi tío. Me estaba abrazando con mi tía, bastante mal, y vino una chica con su móvil preparado a pedirme una foto», comenzó a contar la catalana ante un Pedro Ruiz completamente sorprendido.
«Yo me quedé en shock, no le contesté», contó Aida, que no supo muy bien si fue «simpática o desagradable» con aquella persona. Menos pacífica fue la reacción de su tía, que le preguntó «enfadada» si pensaba que era un buen momento para pedir algo así: «La chica estaba en el tanatorio de al lado».
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