Karlos Arguiñano, a sus 75 años, es incombustible. Hasta en Argentina, a finales de los años noventa, tuvo un programa de televisión. Después pasó por Telecinco y desde hace hace 13 años presenta en Antena 3 un espacio de cocina que reúne, a veces, a un millón de espectadores. Él cree que la receta del éxito es que todo el mundo come; por ese éxito le preguntó su compañera de cadena Sonsoles Ónega este jueves 14 de diciembre. Más de 30 años lleva Arguiñano cocinando en pantalla y lo que todavía le quedan.
Aún así, el cocinero, Premio Nacional de Televisión, tiene muy claro quién debería recoger su testigo. «¿Todos tus hijos cocinan bien?», le preguntó Sonsoles Ónega a Karlos Arguiñano. «Cocinan bien todos, pero tengo algunos que son unos fenómenos. Joseba es un fenómeno», contestó él. Se refiere a Joseba Arguiñano. Padre e hijo compiten de hecho en la misma franja horaria. Uno en Antena 3, a nivel nacional, y otro en la televisión pública vasca, a nivel autonómico.
«Algunos le conocéis porque va una vez a la semana a mi programa, pero en el futuro, yo creo que puede sustituir tranquilamente a su padre porque tiene unos conocimientos extraordinarios. Está mucho más preparado que cuando yo empecé. Yo también hice hostelería. Ahora, por suerte, el que quiere prepararse puede», continuó el titular de ‘Cocina abierta de Karlos Arguiñano’.
Joseba no es el único hijo de Karlos dedicado a la cocina. «Tengo a Zigor, que es jefe de cocina y cocina como los ángeles. El mayor, Eneko, es el metre. Martín, el cuarto, el que tiene más carácter, es el gerente. Maneja todos los terrenos. Charlie, que es realizador, acaba de terminar una serie en Madrid, no es cocinero, pero cocina como para el mejor restaurante. Amaia, la pequeña, cocina sencillo, pero maneja lo fundamental. María, la argentina, lleva 25 años trabajado con Zigor, es su mano derecha», contó.
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