Los restos mortales de Alain Delon fueron inhumados la tarde de este sábado en Douchy (1.000 habitantes), en el departamento del Loiret, a hora y media al sur de París, la pequeña localidad que acogió a 2.800 refugiadospolíticos españoles en 1939, muchos de los cuales rehicieron allí sus vidas.
Delon falleció en Douchy el domingo pasado, día 18, en «La Brûlerie», la gran propiedad que compró en 1971. Había preparado su adiós definitivo muy minuciosamente, desde hacía muchos años.
Cristiano fervoroso, aunque poco practicante, el actor había llegado a declarar: «LaVirgen María es la única mujer a la que he sido fiel y he querido desde niño. Hablo con ella muy a menudo». Sentados esos principios, el actor hizo construir en «La Brûlerie» una capilla, preparando el terreno para varias tumbas muy próximas, para sus perros, para él y para algunos de sus próximos.
Delon había confiado a sus tres hijos sus deseos más íntimos. Ser enterrado en la intimidad, sin honores nacionales ni presencias «espectaculares», acompañado de algunos amigos fieles.
Deseos cumplidos de manera muy estricta, incluso con medidas fuera de lo común. Un centenar de gendarmes fueron desplazados hasta Douchy, desde la tarde del viernes, con el fin de contener a los centenares y millares de desconocidos que desearon dejar testimonio de su admiración. Con gran éxito para el florista del pueblo, que se apresuró a comprar millares de ramos de flores para atender una demanda muy fuera de lo común.
Ante el respetuoso fervor de los admiradores, Anthony y Alain-Fabien, los dos hijos del actor, decidieron cruzar la gran puerta metálica de la residencia privada, la mañana del sábado, para salir al encuentro de hombres y mujeres, jóvenes y menos jóvenes, que deseaban dar un último adiós a Delon.
Entre los invitados, solo Claudia Cardinale, la compañera de Delon en ‘El Gatopardo’, la obra maestra capital de Luchino Visconti, pidió disculpas por su ausencia, víctima ella misma de un ataque de profunda melancolía y tristeza. Estuvieron presentes en las honras fúnebres Rosalie van Breemen, madre de Anouchka y Alain Fabien Delon; las actrices Nicole Calfank, Murien Robin y Géraldine Danon, y Paul Belmondo, el hijo de Jean-Paul, el gran amigo y «rival». Quiere el azar que la última gran visita de Delon a París fue para asistir, en la iglesia de Saint-Germain-des-Pres, a las ceremonias religiosas que precedieron al entierro de Jean-Paul Belmondo, con una gran ceremonia presidida por el presidente de la República, Emmanuel Macron.
Recogimiento e intimidad
El alcalde de Douchy propuso, en días pasados, celebrar una misa cantada en la pequeña iglesia del pueblo, construida a finales del siglo XVIII. Los hijos descartaron amablemente tal proposición, prefirieron el recogimiento en la capilla que Delon hizo construir hace años, muy próxima a su tumba. La ceremonia religiosa del entierro de Delon fue oficiada por monseñor Jean-Michel Di Falco, antiguo obispo de Gap, capellán de celebridades, viejo amigo del actor, que no dudó en apoyarlo y defenderlo cuando Di Falco fue acusado de «acoso sexual» por varios hombres hace muchos años. Los organizadores de la ceremonia habían exigido a todos los invitados entregar sus teléfonos móviles para evitar fotos no deseadas, preservando la intimidad definitiva.
Desde días antes del fallecimiento del actor se abrió un debate familiar de gran calado. ¿Qué hacer con la residencia de Delon, en el futuro…? Vender una propiedad muy grande, con la tumba del actor en el centro, sería algo muy complicado, casi una profanación. Los hijos deben discutir con un futuro gobierno francés la posibilidad de crear un centro cultural y cinematográfico consagrado al actor. Las autoridades locales y regionales apoyan esa alternativa.
Quiere el azar que Alain Delon haya sido enterrado el día que se celebra el 80 aniversario de la liberación de París. Los primeros soldados que llegaron al ayuntamiento de la capital fueron los españoles de la Novena compañía del general Leclerc, Philippe Leclerc de Hauteclocque. Se trataba de jóvenes militantes de la CNT / FAI y la UGT, enrolados como soldados, para cumplir una histórica misión, excepcional, en la historia de las relaciones entre París y España.
Por las mismas fechas, un año antes, en 1939, 2.800 refugiados españoles huidos en 1939, fueron acogidos en el departamento del Loiret y el pueblo donde vivió y murió Alain Delon. Algunos de ellos rehicieron sus vidas y sus familias en esas tierras que hoy entran en la tierra celeste de las leyendas cinematográficas.
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