Cuando contaba apenas un par de añitos, el pequeño Juan Pablo Ordúñez (Talavera de la Reina, 1956) se levantó una mañana de la cama… y se cayó. Su madre le puso de pie, pero la futura estrella radiofónica no consiguió sostenerse y volvió a caer al suelo. Tardó un tiempo en ser consciente de que la polio le había dejado cojo de por vida, pero nunca permitió que ni la enfermedad ni ninguna otra cosa le impidiera perseguir sus sueños a ritmo de rock’n’roll. Hoy conocido como ‘El Pirata’ , el periodista toledano tiene a sus espaldas más de medio siglo de carrera profesional en los que ha conocido -y en algunos casos se ha hecho amigo- de cientos de mitos del género. Mucho que contar. Y después de años de tira y afloja con la idea de relatarlo todo en un libro de memorias, por fin ha dado a luz ‘El Pirata, más de medio siglo de radio y rock’ (ed. Oberon).Dice en su libro que escribir unas memorias «desgasta el alma».Remover todo lo que has vivido, los momentos buenos y los muy chungos, ha sido complicado. Las cosas del pasado, cuando salen a flote, vuelven a cobrar vida. Y ese parto siempre es doloroso.¿Cuál es su primer recuerdo radiofónico?Las aventuras de Matilde, Perico y Periquín, y los programas que hacían Pedro Pablo Ayuso, Matilde Conesa y Matilde Vilariño. También los de música que estaban todo el día sonando en casa, donde sonaban algunas canciones que me horrorizaban, y otras que empezaban a llamarme la atención, como el ‘Sixteen Tones’ que escuché en la versión de José Guardiola.Noticia Relacionada crónica estandar No Metallica, AC/DC, Iron Maiden, Guns N’ Roses… Así fue el Power Trip Festival, la culminación de una era dorada de la cultura rock El Pirata El Pirata viajó a Indio (California) para asistir a esta alineación de astros musicales incluido el primer concierto en siete años de la banda Angus Young y Brian Johnson. Aquí nos cuenta todo lo que pasóEn el libro también dice que no se considera un «referente» de la radio. Esa modestia resulta curiosa, en comparación con los egos infladísimos que ha habido y que hay en el medio.Mi única referencia es que mañana tengo que hacer un buen programa. Es lo que llevo practicando toda la vida, sin depender de títulos honoríficos, premios o galardones. De eso he vivido y sobrevivido durante más de cincuenta años. Yo no he querido entrar nunca en las luchas de egos. La última vez que he tenido que evitar ese tipo de cosas ha sido hace media hora (risas). La radio rock es una pelea muy gorda, no es nada fácil.Narra su convivencia con la polio con mucho humor.No ha sido fácil, y sigue sin serlo. Pero me lo tomo a risa. Hace poco estuve en un festival gigantesco en California, el Power Trip, y como veía que llegaba tarde salté una valla de seguridad de metro y medio, ayudado por mi mujer y los de seguridad. ¡Tenías que haberlo visto! Así ha sido toda mi vida, y así seguirá siéndolo. Aunque lo de la polio fue como lo del aceite de colza, que nos dejaron abandonados. No he tenido el menor apoyo de ningún tipo en toda mi vida.¿Cuál es la estrella de rock más maja con la que se ha topado en todos estos años?Tengo simpatía con muchos grandes músicos, llevo cuarenta años entrevistando a AC/DC o Metallica, y siempre es una alegría reencontrarnos, como con cualquier persona que conoces desde hace mucho tiempo. Los Scorpions me ven y se vuelven locos (risas). Alguna vez te topas con un borde, pero la mayoría, si tienen ese punto narcisista del rock-star, lo ocultan cuando están delante de un periodista porque tienen que venderle su moto.Venga, confiese quién se le ha puesto tonto.He entrevistado a Roger Glover, bajista de Deep Purple, y siempre es muy simpático. Pero la última vez, que fue por teléfono, estuvo bastante desagradable. Con lo cual la entrevista se cortó antes de lo previsto.Hacerse amigo de las estrellas del rock, ¿no condiciona un poco las críticas de su trabajo?Eso nunca. Si algo no me mola, lo digo. De todas maneras, yo no voy por ahí presumiendo de ser colega de las estrellas del rock. Si hacen un disco de mierda, se dice y punto. Hace poco, mi amigo José Carlos Molina sacó un disco nuevo de Ñu y otro en solitario. El primero me gustó mucho y el segundo no, y lo dije sin ningún problema.¿Cómo han afectado los portales de ‘streaming’ a la radio?Pobre de aquel que sustituya a los locutores de radio por robots. Si una persona deja que el robot le ponga música, en vez de una persona que transmite emoción e información… allá él o ella. ¿Usted quiere morir con las botas puestas?Puede que algún día deje de madrugar, porque hacer las mañanas de RockFM tiene su lado duro. No puedes salir a cenar con tu chica o quedarte tirado en el sofá viendo una película hasta tarde, y eso acaba pesando. Pero mientras me funcione el coco, ahí estaré.¿Cuál ha sido la época que más ha disfrutado?Cada una tiene su aliciente. Yo me lo pasaba bomba pinchando rock en la radio de mi pueblo, y también viajando en avión a entrevistar a los grandes aquí y allá. También he disfrutado mucho la temporada en la que las circunstancias me obligaban a hacer radio desde casa para sobrevivir. Tenía su encanto. La que estoy viviendo ahora, levantando al país a golpe de rock, es también muy gratificante.¿Cuál es la noticia que nunca querría dar? Sufrí mucho cuando di en directo la noticia de la muerte de Gary Moore. La que no me apetece dar, es la separación de los Rolling Stones. El día que no estén, este planeta no será igual.MÁS INFORMACIÓN El Pirata se recupera tras sufrir un infarto en directo durante su programa en RockFM¿Cuál es el estado del rock a día de hoy?Es un momento especial y contradictorio, porque las vacas sagradas lo van a tener que dejar antes o después por el inexorable paso del tiempo. Pero hay más bandas que nunca, más gente haciendo rock de alto nivel que nunca. Lo que queda por saber, el gran enigma, la fascinante incógnita que queda por desvelar, es cómo ocurrirá, por dónde volverá a explotar. Eso tiene que pasar.
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