Para la temporada 2024-25, el Gran Teatro del Liceo ha escogido el lema «Persiguiendo un sueño». Cuando se cumplen veinticinco años desde su reinauguración tras el incendio, la casa de ópera de Barcelona no solamente sopla las correspondientes velas, sino que además respira aliviado: justo antes del inicio de las funciones en septiembre quedarán completamente saldadas las deudas que arrastraba desde que la crisis financiera de 2008 causara estragos y no pocas pesadillas a los directivos de la época.
El actual director general, Valentí Oviedo, celebró que en la próxima temporada ya haya más dinero disponible para la programación, y gracias a ello puedan verse «una nueva producción y seis coproducciones». Para Oviedo, es la muestra de que, al no tener que pagar la deuda, por fin se puede «articular una temporada decidiendo los títulos y los proyectos que sacamos adelante», sin necesidad de estar pendientes en todo momento de la calculadora. Eso sí, a renglón seguido, advirtió: «El vigesimoquinto aniversario quiere también decir que tenemos un edificio de veinticinco años», para el que ya hay un plan de inversiones programadas en mantenimiento que suman diez millones de euros.
La temporada 24-25 se abrirá con ‘Lady Macbeth de Mtsensk’, de Shostakóvich, con una nueva producción de Àlex Ollé y bajo la batuta del titular del Liceo, Josep Pons. El compositor ruso será también el protagonista de una de las apuestas del «Liceo de las Artes», en un concierto en el que su décima sinfonía dialogará con las obras plásticas de William Kentridge. En ‘La forza del destino’ y ‘Madama Butterfly’, la soprano Saioa Hernández será la protagonista del segundo reparto. A la madrileña, que ha inaugurado temporadas en teatros como la Scala de Milán, se le siguen resistiendo los primeros repartos en el teatro barcelonés. Mejor suerte tiene Nadine Sierra, que estará en ‘La Traviata’, en ‘La sonnambula’, en un recital junto a Pretty Yende y en ‘West side story’, esta última con Gustavo Dudamel en la dirección.
Siguiendo con las grandes voces, regresa al escenario liceísta el dúo Radvanovsky-Beczala, Lise Davidsen y Matthias Goerne interpretarán juntos escenas de Wagner y Strauss, Elina Garanca cantará con Malcolm Martineau al piano, y el pianista Rubén Fernández Aguirre acompañará en un recital a Ermonela Jaho. Además, una gala lírica con Marina Rebeka, Ekateria Semenchik, Martin Muehle y Ludovic Tézier servirá para celebrar el 178º aniversario de la fundación del teatro.
El regreso de Wagner
Otro de los platos fuertes de la temporada será la producción de ‘Lohengrin’ con dirección escénica de la nieta del compositor, Katharina Wagner. Esta puesta en escena tenía que estrenarse en 2020, pero el día en que se iba a presentar en rueda de prensa se anunció el primer confinamiento, lo que dio al traste con el proyecto. Títulos como ‘La sonnambula’, ‘Giulio Cesare’ y ‘Rusalka’ completan la programación, que en julio de 2025 verá también el esperado estreno de la ópera de Antoni Ros-Marbà, ‘Benjamin a Portbou’.
El proyecto artístico que se articula en torno a la programación incluirá también un espectáculo con música de Villa-lobos y Glass y fotografías de Sebastiao Salgado, así como la conmemoración del centenario del pintor Antoni Tàpies. Por lo que respecta a los conciertos, destaca el de Javier Perianes interpretando el Concierto para piano en Sol menor de Ravel, la interpretación de la sexta sinfonía de Mahler con Josep Pons a la dirección y una velada con la London Symphony Orchestra dirigida por Dudamel, interpretando obras de Ravel y Strauss.
Entre los retos inmediatos del Liceo se encuentran el relevo de Pons en la dirección de la orquesta y el proyecto del Liceo Mar, que deberá dotar al equipamiento de una nueva sala situada en el Puerto de Barcelona. En ambos casos, la respuesta de los responsables de la ópera barcelonesa fue la misma: se está trabajando en ello, y hay que pensar muy bien los pasos que se dan. Sobre el relevo, la previsión es hacer público el nombre del elegido o elegida antes del verano. Sobre la nueva sala, Oviedo aseguró estar «en contacto con muchos agentes antes de definir el proyecto arquitectónico» para identificar cuáles son las necesidades a las que debe responder.
También está sobre la mesa la negociación de un acuerdo entre la orquesta y el teatro sobre los derechos audiovisuales -es decir, qué deben cobrar los maestros por la difusión de las óperas a través de radio, televisión y plataformas digitales. El desacuerdo ha hecho que esta temporada no haya habido retransmisiones, cosa que ha afectado seriamente al proyecto Liceu+. Sobre la posibilidad que el desacuerdo impida la retransmisión del próximo concierto desde la playa de Barcelona, dirigido por Gustavo Dudamel, Oviedo resta ahora importancia a la presencia del teatro en el panorama audiovisual: «Tampoco está mal que para escuchar a Dudamel dirigiendo a John Williams haya que venir a Barcelona», dijo, para rematar: «Que solamente se pueda ver aquí no me parece la peor noticia del mundo».
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