La comparecencia esta mañana ante la prensa de Jorge Coll, consejero delegado de la galería Colnaghi , en su sede de Madrid, no ofreció muchos datos concretos de la compraventa del ‘Ecce Homo’ de Caravaggio , que de momento ha vuelto a las instalaciones de una empresa de seguridad en Coslada, donde estuvo antes de salir para su restauración. Un mutismo obligado por el contrato de confidencialidad firmado entre las partes. Así, no confirma Coll ni el nombre ni la nacionalidad del comprador. Tan solo dice que es «un filántropo generoso» . Tampoco suelta prenda sobre el precio. ABC adelantó ayer que el comprador es un ciudadano británico residente en España y que el precio es de 36 millones de euros. Aunque, entre líneas, sí se podían adivinar algunas cosas de las declaraciones de Jorge Coll. Resultaba difícil entender que el Prado pusiera alfombra roja para exhibir un cuadro, por importante que sea, cuando sus antiguos propietarios (quizás o no influidos por la propia galería elegida como intermediaria) decidieron que no se iba a restaurar en los talleres del museo, sino en la propia sede de Colnaghi y a cargo del italiano Andrea Cipriani y su equipo, con la supervisión de la Comunidad de Madrid. En palabras de Jorge Coll, «uno de los mejores talleres de restauración del mundo». Ayer, el Prado enviaba un comunicado en el que se anunciaba que el cuadro se exhibiría en el museo durante nueve meses, a partir del 28 de mayo. Pero llamó más la atención incluso que desde ese día hasta octubre se mostrara en una instalación individual especial . Un honor que rara vez se concede. Desde entonces y hasta el final del plazo de nueve meses, pasará a colgarse en el contexto de la colección permanente.Asimismo, resultaba difícil entender que el Estado, a través del Ministerio de Cultura, no ejerciera su derecho de tanteo preferencial para adquirir el cuadro, BIC e inexportable. Y ello, pese a los 36 millones de euros. Hay muchas fórmulas de pagar un cuadro, como es la dación en pago, o incluso haber buscado el mecenazgo privado. «La consolidación de la atribución fue algo más sencillo de lo que inicialmente hubiéramos pensado»Pero todo ello podría tener una explicación. Jorge Coll insiste una y otra vez en que la intención tanto de los hermanos Pérez de Castro como del nuevo comprador -que no lo ha adquirido para colgarlo en su casa-, fuera que esté expuesto en público. Eso sí, no confirma si seguirá en el Prado (parece lo más probable), si será una ampliación del préstamo temporal, si será una donación… Como dice Coll, «hay muchas fórmulas posibles». Comenzó su intervención diciendo que «ha sido un camino largo, pero muy bonito , donde recibimos el encargo de la familia para encargarnos solamente de lo que era la consolidación de la atribución y de la restauración del cuadro y, posteriormente, para encontrar un nuevo propietario. El proceso de consolidación de la atribución fue algo más sencillo de lo que inicialmente hubiéramos pensado por la aparición de todos los documentos en la Academia San Fernando y la aparición del cuadro en los inventarios reales. Todo ello facilitó mucho el tema de la atribución. Ha sido un trabajo de equipo».Sobre la restauración, advierte que, al ser BIC el cuadro, no era «una restauración al uso . Tienes que preparar un informe, presentarlo, que te lo aprueben y luego se establecen diferentes fases de la restauración y cada fase tiene que estar aprobada por la Comunidad de Madrid. Era compleja, pero salió muy bien, con unos resultados excelentes. Y ya con el cuadro restaurado, los expertos podían confirmar su instinto inicial, sus ideas sobre la atribución. Con una lectura total del cuadro, podían confirmar lo que ya habían intuido en un principio».Restauración¿Cuál era el estado de la obra? «Estaba bien. Es una obra con 400 años de vida, con sus vicisitudes, con sus vaivenes, de Italia a España, moviéndose durante las guerras napoleónicas. Pero había muchos barnices acumulados . Creo que hubo dos campañas de restauraciones antiguas. El bastidor era más estrecho, recuperamos las medidas originales del cuadro, se reenteló… Ha sido una restauración agradecida». «Se le ha puesto un marco de época ebonizado, como se describe en uno de los inventarios»¿Quién decide que no se restaure en el Prado? «El Prado tiene uno de los mejores talleres de restauración del mundo. Cuando se habla de la restauración, en un momento inicial, no se sabe quién va a ser el adquiriente del cuadro y se presentaron muchas opciones. La familia decidió. Andrea Cipriani les pareció una opción muy interesante. Hubiera sido también muy buena opción el Prado. Te están poniendo los mejores restauradores del mundo a tu disposición, y cualquier opción es buena. Cuando veáis el cuadro, veréis que la opción que han escogido ha sido acertada. Quizás las otras también lo hubieran sido, pero se tomó esta y, gracias a Dios, funciona muy bien ». Se le ha puesto un marco de época ebonizado, como se describe en uno de los inventarios. En cuanto a cómo se produjo el proceso antes de llegar a la venta del ‘Ecce Homo’, advierte Jorge Coll que «este cuadro se ha convertido en un icono y la gente nos contactaba. Tenemos muy buenos contactos a nivel internacional, colaboramos con muchísimas instituciones, las principales del mundo. Todo el mundo ha demostrado interés. Evidentemente, la inexportabilidad limitaba la venta . Pero hay otras soluciones. El Louvre y el Rijksmuseum compraron juntos unos Rembrandt, el Getty y la National Gallery compraron juntos un Reynolds. O sea que existen soluciones, pero yo creo que en este caso estas soluciones no se han contemplado porque la familia lo que quería es que el cuadro estuviera expuesto aquí en España de cara al público. Presentamos la oferta y después se encontró como la mejor opción que el cuadro fuera al Prado, que yo creo que es fantástico ».¿Cuándo se presentó la oferta? «Creo que después de verano de 2023. Las instituciones tienen un calendario de exposiciones y supongo que el Prado consideró que el 27-28 de mayo era la fecha perfecta para que el cuadro tuviera su momento».Confirma Jorge Coll que « hubo una oferta y se negoció un poco . La prioridad es que el cuadro se pudiera compartir. Esto se tuvo muy en cuenta a la hora de aceptar esa oferta. Ha habido muchísimo interés por el cuadro, por muchas partes. La prioridad de la familia es que el público lo pudiera disfrutar, con lo cual eso también hacía que algunos de los interesados no fueran tan adecuados como otros. Fue una suerte poder encontrar esta solución que satisface a todas las partes implicadas. Era uno de los retos».De izquierda a derecha, el ‘Ecce Homo’ de Caravaggio antes, durante y después de la restauración Cortesía Colección ParticularExplica que había dos opciones : «Decidir un precio y comercializar la obra con ese precio o simplemente esperar y que la gente viniera. Siendo BIC, es más complicado ir dando vueltas ofreciendo el cuadro. Con lo cual se tomó la decisión de ser más conservador . En este caso, como había una prioridad, que el cuadro se pudiera exponer al gran público en España, esta opción tenía mucho sentido de entrada». ¿Hubo otras ofertas superiores económicamente que no contemplaban la exposición pública? «Bueno, sí, se puede decir que había muchos interesados . Pero no se ha negociado con nadie más». ¿El cuadro no va a estar colgado en casa del comprador? «Es un filántropo generoso. El hecho de que no quiera ser público, sino que se centre toda la atención en el cuadro y no en su persona, ya te dice el tipo de persona que es».En el futuro, ¿será donación, préstamo a largo plazo? «De momento es un préstamo por nueve meses. La prioridad del nuevo propietario, al cual nosotros asesoramos, es que el cuadro esté expuesto en colecciones públicas. Y el Prado es una de las mejores del mundo . Estará nueve meses en el Prado, pero la idea es que siga estando expuesto de cara al público y habrá, pues, nuevas noticias más adelante», advierte Coll con cierto misterio. «Es una solución inicial, algo que se ha acordado ahora, y luego habrá otras soluciones para que el cuadro se siga compartiendo. Ahora mismo, vamos a ir quemando etapas . Al estar protegida, el Ministerio de Cultura tiene control sobre la obra, siempre va a tener la opción de tomar las decisiones que crea convenientes».Sobre por qué no ha ejercido el Estado su derecho de tanteo, nos remite a preguntarlo al Ministerio de Cultura: «Cualquier oferta que nosotros llevásemos a la familia podían igualarla. Con lo cual, tienen las opciones igual que las tendrán en el futuro. Si el cuadro cambiara de manos, el Estado volvería a tener el derecho de tanteo. El Ministerio tomó su decisión . Yo creo que consideran que esta solución funciona para todo el mundo«.¿Hubo negociaciones por parte del Ministerio para que el precio se redujera y así poder comprarlo? ¿Ellos pusieron sobre la mesa un precio? «No, el Gobierno siempre tiene el derecho de igualar una oferta. Cualquier oferta que hubiera llegado hay que notificarla y ellos toman la decisión. Creo que el éxito de la operación es que ha habido mucha comunicación, o sea, no ha habido ningún problema. Se han seguido los procesos establecidos y por eso se ha podido llegar a buen puerto».Preguntado sobre si no hubiese sido inexportable, cuánto hubiera alcanzado el ‘Ecce Homo’ en el mercado internacional, lo tiene claro: «más de 100 millones de euros, segurísimo. Bastante por encima de los 100 millones . Pero bueno, es una entelequia».¿En algún momento la familia Pérez de Castro, la anterior propietaria, ha estado tentada de no venderlo y quedarse con el Caravaggio una vez confirmada la autoría?, le preguntan. «No, yo creo que la familia lo que quería es que el cuadro se compartiera . Además, son varios familiares, y es complicado. En el fondo ellos siempre habían tenido mucho aprecio al cuadro. El padre era un gran conocedor. Esta solución les encajaba a ellos y era la más sostenible ».¿Ha mostrado interés en comprar el cuadro la Academia de Bellas Artes , de donde salió el cuadro? «No, no hemos tenido ningún contacto de cara a una transacción con la Academia».¿Qué papel han jugado Benappi Fine Art y Lullo Pampoulides en la operación? «Lo que intentamos realmente es formar un equipo lo más competitivo posible. Con Filippo [Benappi] y Andrea [Lullo] hemos trabajado muchos años juntos, nos hemos encargado de obras parecidas. Hace cinco o seis años descubrimos un Cavarozzi, que también era un ‘durmiente’. Somos una generación de galeristas que hemos tomado la decisión de ayudarnos en vez de competir entre nosotros. Y se facilita mucho el trabajo. Ha sido un placer poder trabajar con ellos. No es muy usual ver galerías trabajando de esta forma conjunta, pero llevamos años haciéndolo y nos ha dado muy buenos resultados». ¿Se puede volver a repetir este milagro ? ¿Podrían aparecer más obras de Caravaggio? « Nada es imposible , como ha quedado demostrado. Nosotros hemos tenido en nuestras carreras otros ‘durmientes’».
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