‘El Hormiguero’ recibió la noche del miércoles 29 de noviembre al invitado de la semana que más dará que hablar. El escritor y periodista acudía para promocionar su última novela, ‘El problema final’, «una novela policial de las de antes, de crímenes tranquilos, en lugares tranquilos, con conversaciones».
Sin embargo, si por algo se caracteriza Pérez-Reverte en cada comparecencia pública es por su talento para dejar titulares. Tanto es así que su visita al programa de Pablo Motos se convirtió en noticia horas antes de producirse.
Adelantándose a lo que pudiera suceder en directo y a los temas extra literarios que daba por hecho que Motos le sacaría durante la charla, el autor de ‘Alatriste’ lanzaba un mensaje en su perfil de X que muchos usuarios interpretaron como una pulla clara al presentador. «Esta noche me toca volver a ‘El Hormiguero‘, supongo que para hablar de libros y (me temo, tal como anda el paisaje) no sólo de libros. Por mucha mili que lleves en la mochila, los directos siempre son peligrosos. A ver qué tal sale esta vez», rezaba el texto del escritor.
Pérez-Reverte, sin pelos en la lengua
Como se esperaba, uno de los temas que salió a colación fue la investidura de Pedro Sánchez y la ley de amnistía. «Yo estoy contra la amnistía. Me parece mal», aclaró de primeras. «Lo que pasa es que entiendo a Pedro Sánchez. Es un personaje fascinante, fascinante. Para un novelista, y para un observador que tiene mi edad, es fascinante. Es un aventurero de la política, es un pistolero, es un asesino. Es un tipo que no repara en nada. Tiene ese instinto asesino del jugador de ajedrez bueno. Pero al mismo tiempo no ha leído un libro en su vida, estoy seguro de eso. O ha leído muy pocos. Pero en la sangre, en las venas, tiene a los teóricos de la política del Renacimiento», reflexionó.
El académico no se quedó ahí en su análisis del presidente del Gobierno. «Hay una cosa muy interesante en él. Sabe que lo indultaron en las elecciones. Sabe que el español olvida, que aquí hay muy mala memoria. Que el domingo, con la caña y la terraza ya se ha olvidado. Nos ha tomado el pulso muy bien. Está jugando de una manera extraordinariamente inteligente con todos nosotros».
En su discurso, también dio estopa al resto de políticos, a los que calificó de «infames». Según Pérez-Reverte, «todos son capaces de vender a su madre. Sánchez vende a su madre, pero no la entrega, o entrega a la nuestra en vez de la suya. Y además nos convence de que es la suya la que ha entregado
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