A lo largo de dos temporadas como conductor de ‘Joaquín, el novato’,Joaquín Sánchez ha probado casi todas las profesiones habidas y por haber. Con todo, todavía le quedaban inquietudes laborales por explorar y así lo demostró en la entrega de este jueves 7 de diciembre del programa de Antena 3. Aprovechando que Cristina Pedroche cumple este año su décimo aniversario al frente de las Campanadas, el ex futbolista se adelantó un poco a la noche de Fin de Año y fichó a la vallecana para aprender cómo se prepara un presentador para despedir el año.
En lo personal, Pedroche se sinceró con Joaquín sobre su reciente maternidad. La llegada de la pequeña Laia le ha cambiado la vida en muchos aspectos, pero esa nueva faceta como madre le enseña que «cada día es una oportunidad nueva para ser feliz». «Es que es todo, yo la miro y digo madre mía que paz. Se levanta por la mañana con esa sonrisa, con esa locura de felicidad extrema», comentó.
Pero también quiso desmitificar la gestación y la crianza, confesando que durante el posparto ha llorado mucho. «Pensaba que yo sería más valiente», admitió la madrileña en la entrevista. Además, compartió cómo se las apañan Dabiz Muñoz y ella con la conciliación ahora que ella se ha reincorporado al trabajo. «Es un poco complicado porque la niña depende de mí y de mis tetas», aseguró la comunicadora, añadiendo que «intento llevármela siempre y cuando necesito parar, pues paro». Y si no, cuentan con la ayuda de los abuelos.
El ‘boom’ inesperado de las primeras Campanadas
En relación a lo profesional, comentaron la evolución de la presentadora y recordaron alguna que otra anécdota de su larga trayectoria delante de las cámaras. La mayor enseñanza que le ha dejado tanto bagaje en televisión es que «yo haga lo que haga lo critican, entonces pues voy a hacer lo que me da la gana», aseguró Pedroche.
Y por supuesto, a menos de mes para Nochevieja, no podían faltar las Campanadas en la conversación. Recordando sus primera vez en la Puerta del Sol, Pedroche reveló que puso dos condiciones para aceptar el reto. «La primera es que me ponía lo que me apeteciera porque yo con esos vestidos así más clásicos, largos, no me veía. Y la otra era que quería correr la San Silvestre, porque a mí me gusta correr y me gusta la San Silvestre en mi barrio». «Me lo estaba pasando bien, porque pensaba ‘esto lo está viendo mi madre, mi futuro marido’, porque ahí estaba empezando ya con Dabiz, aunque nadie lo sabía. Yo me lo pasé bien, me puse lo que me dio la gana y ya está», rememoró.
Sin embargo, el modelito en cuestión dio muchísimo que hablar y aquella noche le cambiaría la vida. Joaquín consiguió sonsacarle a la colaboradora de televisión alguna pista sobre su vestido de Campanadas, cuya creación requiere un largo proceso. Pedroche prepara la Nochevieja «prácticamente de un año para otro». «Siempre hacemos como un hilo conductor y siempre aprovecho el altavoz tan grande para dar discursos en causas en las que creo», apuntó sobre el vestido.
El año pasado esa temática fue la guerra de Ucrania. Este año hablaré de otra cosa que me llena mucho… Pues hombre, este año, lo más…Todo va en función de la vida», dejó caer. Eso sí, dejó claro que «igual la gente me dice ‘ahora que eres madre tienes que ser más pudorosa’, yo le quiero enseñar a mi hija que se ponga lo que le de la gana y que sea libre».
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