Crítica de teatro ‘Conspiranoia’ Autores Marc Angelet y Jordi Casanovas Dirección Jordi Casanovas Espacio escénico y vestuario José Novoa Iluminación Sylvia Kuchinow Espacio sonoro Óscar Villar Intérpretes Eduard Farelo, Àurea Márquez, David Vert y Mia Esteve Lugar La Villarroel, Barcelona 4Quién más o quién menos ha padecido la verborrea conspiranoica de algún familiar, conocido o predicador digital. El confinamiento por la pandemia originó grupos de wasap y multiplicó en youtube a los profetas del desastre o los hechos alternativos. Entre las facciones de la conspiración, Jordi Casanovas y Marc Angelet optan por la terraplanista. Nos llevan a una casa de campo en la que se van a reencontrar cuatro amigos de la infancia. Organiza el encuentro un popular locutor de radio, alarmado por la adhesión de su esposa a la tribu que niega la redondez terráquea y describe un planeta plano como una pizza. Le acompaña un escritor gay con más culto literario que lectores y una geógrafa que sobrelleva el abandono de quien fue su pareja con un ecologismo apocalíptico sobre los daños del carbono en el ecosistema. Cuando aparece la esposa del locutor será sometida a una ‘intervención’ en la que su pareja y esos amigos de toda la vida intentarán revertir su terraplanismo.’Conspiranoia’ no es solamente una sátira sobre las barbaridades que propagan las redes sociales y los círculos sectarios. La discusión sobre las creencias terraplanistas pone también en cuestión la fragilidad de unas relaciones amistosas o sentimentales que se han ido deshaciendo en diversos chats. En esa aritmética del prejuicio alguien queda al margen del grupo: será criticado por sus convicciones ideológicas o su condición sexual. El fenómeno conspiranoico sirve a Jordi Casanovas de pretexto para una crítica sobre la hipocresía que sustenta amistades, en apariencia, sinceras. El cuarteto actoral despliega con verosimilitud esa ‘intervención’ que va a ir más allá de las teorías de la conspiración para adentrarse en las conspiraciones entre los protagonistas y los límites de la argumentación mediante lo que denominan «el juego de las preguntas». La discusión en torno a una pizza no solo alude a la forma de nuestro planeta según el terraplanismo. Simboliza también la amistad de los cuatro protagonistas , que se enfriará al desvelarse lo que cada uno de ellos opina realmente de los otros. Casanovas y Angelet esquivan la tesis campanuda para brindarnos una comedia pedagógica, sociológica y, sobre todo, divertida. ¿Qué más se puede pedir?
Content Source: www.abc.es