Durante la cuarentena, el interés por el cuidado de plantas en casa creció significativamente, convirtiéndose en una actividad relajante y beneficiosa para quienes buscan embellecer sus espacios. Según el Servicio de Parques de Lima (Serpar), mantener plantas en casa va más allá de simplemente regarlas; implica conocer detalles importantes para asegurar su desarrollo saludable. Estas son 10 recomendaciones para cuidar las plantas:
El primer paso para cuidar plantas en casa es seleccionar especies que se adapten a las condiciones del hogar, considerando factores como la luz y el espacio disponible. Por ejemplo, las orquídeas prosperan en ambientes húmedos, lo que las hace ideales para lugares con algo de sombra y agua frecuente en la base de la maceta.
Las bromelias son resistentes y pueden tolerar diferentes condiciones de luz, mientras que las suculentas prefieren la luz solar directa, siendo adecuadas para espacios con buena iluminación. Elegir las plantas correctas es crucial para asegurar su desarrollo y minimizar el riesgo de enfermedades relacionadas con un entorno inadecuado.
La maceta desempeña un rol fundamental en el crecimiento de las plantas. Su tamaño y material deben ser adecuados a la especie y a sus requerimientos de humedad. Por ejemplo, una planta de hasta 50 cm de altura necesita una maceta de unos 30 cm de diámetro, mientras que si se desea que alcance un metro, conviene usar una de 50 cm.
Las macetas de plástico mantienen la humedad, ideales para plantas que requieren suelos húmedos, mientras que las de terracota o arcilla facilitan el drenaje, mejor para especies que prefieren suelos más secos.
El riego es esencial para la salud de las plantas, y la cantidad de agua debe ajustarse a las necesidades específicas de cada especie. Se recomienda regar por la mañana o al final de la tarde, cuando la evaporación es más lenta, y observar que el agua salga por los orificios de drenaje para asegurarse de que llegue a las raíces.
Evitar mojar las hojas previene la aparición de hongos, aunque se pueden limpiar periódicamente con un paño humedecido, incluso añadiendo un poco de limón para darles brillo cada seis meses.
Para evitar que el sustrato se compacte, lo que impediría el flujo adecuado de agua y oxígeno hacia las raíces, se recomienda remover la capa superficial una vez a la semana usando una pala pequeña. Este proceso debe realizarse con cuidado, sin profundizar demasiado para no dañar las raíces. Esto es especialmente importante para plantas en interiores, donde el aire fresco es limitado y las condiciones de crecimiento suelen ser más restringidas.
La poda es una técnica clave para eliminar hojas secas o dañadas y flores marchitas que pueden restarle nutrientes a la planta. Esta tarea debe realizarse con tijeras desinfectadas con alcohol para evitar cualquier tipo de contaminación. La poda regular ayuda a que la planta conserve su energía para un crecimiento saludable y evita la acumulación de materia vegetal en descomposición, que puede atraer plagas y enfermedades.
Es importante ubicar las plantas en un lugar que cumpla con sus necesidades de luz y ventilación. Las plantas de interior necesitan ambientes ventilados para recibir aire fresco, y se recomienda ventilar la habitación durante el mediodía para evitar acumulación de calor.
Las plantas en jardines o terrazas deben estar protegidas de cambios bruscos de temperatura. Por ejemplo, las anturios necesitan semisombra y son sensibles a la luz directa.
Inspeccionar las plantas con regularidad ayuda a detectar plagas y hongos a tiempo. Una opción de insecticida natural consiste en una infusión de ajo, ají y pimienta: se hierven en agua, se diluye la mezcla, y se aplica cada 15 días para mantener las plantas libres de plagas. Este tipo de insecticida natural es efectivo y seguro para las plantas y evita el uso de químicos que pueden afectar el ecosistema del hogar.
Si una planta necesita soporte, se puede colocar un tutor o palo de madera junto a ella y atarla con hilo de rafia para que crezca recta. Este método es útil para plantas que tienden a inclinarse o tienen un crecimiento rápido, proporcionando la estructura necesaria para soportar su peso.
Cuando las raíces de la planta empiezan a salir por los agujeros de drenaje o el crecimiento se ralentiza, es momento de trasplantarla a una maceta más grande. El trasplante se recomienda en primavera, y es ideal esperar unos días después de este proceso antes de regar, para que las raíces se adapten y se recuperen.
El abono es esencial para proporcionar nutrientes adicionales y fortalecer las plantas. Se recomienda el uso de compost o humus de lombriz, que se puede aplicar directamente sobre el sustrato. Una opción casera es preparar un fertilizante con cáscaras de plátano hervidas, lo cual brinda potasio y otros nutrientes beneficiosos.
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