Este viernes, 24 de noviembre, se estrena en España la que promete ser una de las películas del año. Mezclando historia con amor y guerra, Ridley Scott y Joaquin Phoenix vuelven a trabajar juntos desde que ‘Gladiator’ les llenase de gloria, para ofrecer otra de las narrativas más importantes de la historia mundial, la vida de Napoleón Bonaparte.
«Llevo queriendo llevar esta historia a la gran pantalla durante años», indica el director en las notas de producción. «Su ascenso meteórico como estratega militar brindan la oportunidad de hablar sobre su dualidad y personalidad con escenas grandes y épicas. Suelo preferir hacer películas históricas. La historia es muy interesante. La aparición de Napoleón marca el principio de la historia moderna. Cambió el mundo y reescribió los libros de texto».
Batallas como la de Austerlitz, Waterloo, Marengo o Borodino, conocidas como las Guerras Napoleónicas, marcan la historia europea y, como no podía ser de otra forma, en esta película de tintes épicos, pero aferrada a lo que ocurrió en la relidad de la época, aparecen algunas de las escenas más espectaculares de estos encuentros bélicos, concretamente, te contamos cómo se rodó la de Austerlitz, considerada una de las obras maestras de la estrategia militar de Napoleón.
Así se rodó una de las batallas más épicas
Como adelantábamos, una de las escenas más impactantes de la película ‘Napoleón’ se centra en la batalla de Austerlitz, que se desarrolló en un escenario helado más que complejo de recrear. Pero, lo verdaderamente dificultoso pasó por el momento de recrear cómo los caballos se hundían en el hielo, al igual que los soldados, sumando un momento en el que un cañón dispara al caballo de Bonaparte.
Neil Corbould, supervisor de efectos especiales ganador de varios premios Oscar, ha sido el encargado de conjugar todos los elementos necesarios para conseguir una impresionante escena de guerra, bajo las exigencias de Scott. Así lo cuenta en una rueda de prensa: «Nunca había hecho una instalación de nieve tan grande. Típico de Ridley. Fueron hectáreas y hectáreas», dice Corbould.
«La localización al principio era un simple prado de unas 80 o 100 hectáreas. La única forma de crear un lago helado en el que te pudieses caer dentro ha sido cavando agujeros, nivelarlo y compactarlo, algo que el equipo de paisajismo liderado por Roger Holden hizo de maravilla. Después mi equipo se encargó de la nieve y el hielo». Así pueden verse parte de estas increíbles imágenes.
Sangre, hielo, tierra, explosiones, caballos, cañones… Son muchos los elementos que aparcen en este momento del film y, intentando ser fieles a una supuesta realidad, fueron muchos los métodos, mecanismos y técnicas que Corbould tuvo que combinar y coordinar, con caballos reales y mecánicos, para que todo quedase perfecto, llegando a recrearla imagen de Napoleón lleno de sangre.
«Eso ha sido muy complicado de hacer. Han habido muchos departamentos involucrados: los de efectos especiales, prótesis, efectos visuales y un técnico controlando la grúa. Se han necesitado todos esos departamentos trabajando juntos para crear esta escena a la perfección», relata Corbould. «De ahí la icónica imagen de Napoleón cubierto de sangre en mitad de la batalla», cuenta el supervisor de efectos especiales».
Entre otros efectos, menos espectaculares pero igual de necesarios para recrear el efecto más realista posible, también se consiguieron recrear las explosiones que causarían los cañones, haciendo saltar por los aires astillas y trozos de pequeñas edificaciones, usando impactos de aire comprimido.
Content Source: www.abc.es