Volvió la normalidad al Primavera Sound después del maratoniano atracón de 2022 y el estreno ‘interruptus’ en Madrid del año pasado y la noticia fue, es, precisamente esa: calma chicha y el éxito como rutina. La vida sigue igual, o casi, para un festival que, parece, ha encontrado su sitio definitivo. «Es el festival que queremos hacer en Barcelona. Hemos dado con el formato que hace que funcione perfectamente«, ha subrayado durante la rueda de prensa de clausura el codirector del macrofestival barcelonés, Alfonso Lanza. »Estamos abrumados por la reacción del público, pero también de artistas e industria. Ha rodado todo de una manera perfecta«, ha insistido Lanza, para quien el Primavera Sound es ya un cita «top 3, top 5, de festivales de música del mundo».
Minutos promocionales y palmaditas en la espalda antes de frialdad de unas cifras similares, por no decir idénticas, a las del año pasado: 268.000 asistentes sumando todas las actuaciones de la semana, 193.000 sólo en el Fòrum y 130.000 usuarios únicos. Un dato prácticamente calcado al del año pasado (253.000 en total; también 193.000 en los días de pago en el Fòrum) que la dirección del festival convierte en veredicto indiscutible. «Somos el festival más grande es España y uno de los más grandes de Europa, al que quiere venir más gente», en palabras de la responsable de prensa, Marta Pallarés.
En el desglose, el festival cierra con 20.000 personas en los conciertos de Primavera a la Ciutat; 29.000 en la jornada inaugural en el Fòrum; 60.000 el jueves, 71.000 el viernes, exitazo de Lana del Rey, y 62,000 el sábado. Además, se esperan otras 25.000 para el resopón electrónico del domingo.
Con un ojo pendiente de la lluvia y de esas tormentas que amagan con aguar la noche y a la espera de que PJ Harvey, Charlie XCX y SZA bajen definitivamente la persiana de madrugada, más cifras: un 59 por ciento de público internacional, 40.000 usuarios de Barcelona y el tirón de la ciudad como reclamo promocional. «Los primeros cabezas de cartel son Barcelona y el Fòrum», ha dicho Lanza. «Muchos promotores nos dicen que jugamos con ventaja», ha añadido.
En el aire quedan quejas más o menos frecuentes a pie de Fòrum como la escasez de lavabos de este año y unas tensiones vecinales que, asegura Lanza, se han limado de manera harto satisfactorio después de trabajar con el barrio para mitigar los efectos adversos derivados del festival.
Palabras emotivas también para el líder de Shellac, Steve Albini, santo patrón del festival fallecido hace pocas semanas. «Es el año del recuerdo a Steve Albini. Han sido 15 años con él, la edición venía muy marcada por su muerte, y nos proponíamos hacer una edición de la que él estuviese orgulloso», ha dicho Lanza.
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