Jack White y Meg White, integrantes de The White Stripes, presentaron este lunes una demanda contra Donald Trump por lo que denuncian se trata de una «apropiación indebida flagrante» de ‘Seven Nation Army’, una de las canciones más exitosas y conocidas de la banda estadounidense, en un vídeo de campaña.
La demanda llega poco después de que Margo Martin, subdirectora de comunicaciones de la campaña de Trump, subiera a las redes sociales un vídeo en el que se veía al candidato republicano subiendo a un avión rumbo a Wisconsin mientras la canción sonaba de fondo.
«Ni se les ocurra pensar en usar mi música, fascistas. Mis abogados van a presentar una demanda por esto (que se sumará a las 5.000 que ya tienes)«, amenazó entonces White, quien compartió ayer en Instagram la primera página de la demanda presentada ante un tribunal de Nueva York.
«Esta máquina demanda a los fascistas», dejó escrito en su cuenta de Instagram White en un claro un guiño al lema ‘This Machine Kills Fascists’ que el cantautor Woody Guthrie llevaba impreso en su guitarra.
En la demanda por violación de derechos de autor, Jack y Meg White reclaman «daños monetarios significativos» alegando que los responsables de la campaña de Trump no solicitaron ni obtuvieron permiso de la banda para usar la canción. Tampoco, añaden, respondieron a los contactos previos al litigio para resolver el problema.
Oposición vehemente
Asimismo, los autores de ‘Seven Nation Army’ subrayan que «se oponen vehementemente a las políticas adoptadas y a las medidas tomadas por el demandado Trump cuando era presidente y a las que ha propuesto para el segundo mandato que pretende».
En su demanda, The White Stripes afirman que ‘Seven Nation Army es «una de las obras musicales más conocidas e influyentes de todos los tiempos» y que Trump y su campaña han buscado «generar apoyo financiero y de otro tipo para su campaña y candidatura a costa de los demandantes, cuyo permiso y respaldo no buscó ni obtuvo en violación de sus derechos bajo la ley federal de derechos de autor».
La canción, publicada en 2003 en el álbum ‘Elephant’ y con cifras de reproducción estratosféricas en Spofity (1.743.742.674 reproducciones y subiendo; ayer mismo era lo que coreaba el público mientras David Broncano le daba al bombo en el estreno de ‘La revuelta’), se suma al goteo de casos de artistas que se han revuelto contra Trump por utilizar sin permiso sus canciones.
Es el caso de Neil Young, Beyoncé, Foo Fighters, Céline Dion. La semana pasada, sin ir más lejos, un juez federal en Atlanta emitió una orden judicial para impedir que la campaña de Trump reproduzca ‘Hold On, I’m Coming’, clásico coescrito por Isaac Hayes, tras una demanda presentada por la familia del legendario titán del soul.
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